PATRIMONIO

Peralta exige "que la Iglesia devuelva los bienes"

El cartel reinvindicativo presidirá el balcón de la casa consistorial durante las fiestas y otros actos destacados.

Colocación de la pancarta
Peralta de Alcofea exige con una pancarta "que la Iglesia devuelva los bienes a las parroquias"
JAVIER BLASCO

Peralta de Alcofea no solo reclama la entrega de sus bienes retenidos en Lérida en los tribunales, también lo hace en la calle. Ayer, coincidiendo con la celebración de su feria artesana medieval de San Juan, el Ayuntamiento colgó del balcón principal de la casa consistorial una pancarta en la que se podía leer: "Que la Iglesia devuelva los bienes a las parroquias de Peralta de Alcofea, El Tormillo (pedanía de Peralta) y Berbegal".

Según explicó la alcaldesa, Obdulia Gracia (PP), la idea surgió en el seno de la corporación y todos los grupos municipales la apoyaron. De este modo, pretenden "que la gente conozca el tema y tome conciencia de que el obispado de Lérida tiene que devolver esos bienes", comentó Gracia, quien anunció que la pancarta volverá a exhibirse "siempre que haya fiestas o algún acontecimiento destacado".

La regidora afirmó que la acción reivindicativa no se había anunciado previamente. Por eso, cuando a media mañana se colgó el cartel ante los numerosos vecinos y visitantes que se habían acercado hasta la plaza para disfrutar del mercado medieval, la primera reacción de los allí congregados fue de sorpresa, "pero también contentos al ver que no se olvida este asunto", señaló Obdulia Gracia, quien añadió que esta acción hizo que muchos se interesaran por las últimas noticias en torno al litigio.

Peralta y Berbegal exigen la devolución a sus parroquias (que en 1954 pasaron de la diócesis de Lérida a la de Huesca) de tres piezas: la tabla de San Pedro y la Crucifixión de Peralta, la portada de la antigua iglesia de El Tormillo y el frontal de El Salvador de Berbegal.

Ante la negativa de Lérida a entregarlas, los dos ayuntamientos presentaron el pasado marzo en Huesca sendas querellas criminales contra el obispo, Joan Piris, por un presunto delito de apropiación indebida. La juez se inhibió en favor de los tribunales de Lérida, pero las denuncias se volvieron a interponer en Madrid, y el titular del Juzgado de Instrucción número 50 de la capital acaba de dictar que debe ser en Huesca donde se instruya el caso, por lo que será el Tribunal Supremo el que tendrá que resolver el conflicto de competencias en los próximos meses.

Sanz y Piris siguen negociando

Por su parte Jesús Sanz, actual administrador apostólico de la diócesis de Huesca, confirmó ayer que continúa manteniendo contactos con Piris para intentar desbloquear el conflicto. Según explicó durante su fugaz estancia en la capital oscense para ordenar a un nuevo diácono, hace unos días tuvo oportunidad de hablar con él durante una reunión de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal, a la que ambos pertenecen. "Siempre que coincidimos comentamos este asunto", señaló. Sin embargo, declinó detallar el contenido de las conversaciones.

Cabe recordar que poco antes de dejar su puesto al frente del obispado oscense, Sanz pidió a Piris la entrega de las obras, pero este contestó que el Consorcio del Museo de Lérida le impide disponer de ellas. Posteriormente, han vuelto a mantener correspondencia, pero al parecer no se ha producido ningún avance, ya que ambos mantienen sus respectivas posturas.

Tampoco se quiso pronunciar Sanz ayer sobre la carta que hace unas semanas envió Piris a todos los obispos, arzobispos y cardenales españoles para tratar de justificar su desobediencia a las órdenes del Vaticano de devolver las 112 obras de Barbastro-Monzón: "Tengo mi parecer, pero me lo reservo".

En cuanto al futuro de las sedes episcopales de Huesca y Jaca, vacantes desde que Jesús Sanz tomó posesión en enero como arzobispo de Oviedo, anunció que en los próximos días planteará el tema a la Congregación de los Obispos en el viaje a Roma que emprendió ayer mismo para recibir de manos de Benedicto XVI el palio de arzobispo. "Allí podré preguntar qué hay de lo mío", señaló, aunque aclaró que la decisión "no está en mis manos, yo solo puedo urgir una solución". En este sentido, reiteró su deseo de que se nombre un prelado para cada una de las diócesis.