HÍPICA

Cómplices para lograr el triunfo

La jinete oscense, de 15 años, es una promesa. A partir de hoy se podrá disfrutar de su destreza en el Gran Premio Ciudad de Huesca.

Caballo y jinete se conocen a la perfección, solo así consiguen sus objetivos en la pista.
Cómplices para lograr el triunfo
HERALDO

Uno de los grandes atractivos del Concurso de Saltos Ciudad de Huesca que se celebra desde hoy y hasta este domingo va a ser la posibilidad de ver saltar a Carolina Lafuente Marín, una joven oscense de tan solo 15 años, que quienes la han visto competir, no tienen más que halagos hacia su técnica y elegancia sobre el caballo. Carolina es la actual campeona de Aragón en categoría cadete en los Juegos Escolares, y está situada en el ranquin aragonés absoluto en tercera posición en saltos de 1,20 metros. Una progresión reseñable que la señala como una revelación en el mundo de la hípica.

Pero Carolina no sería nada sin su media naranja, su caballo Jingle D'Elo, un silla francés hijo de un campeón olímpico. También le debe todo a su entrenador desde 2007, Francisco Gregorio, y a sus padres, Fernando Lafuente y Carolina Marín, que viven con la misma ilusión e intensidad que ella su carrera meteórica. "Carolina lleva cuatro años saltando y la verdad que sorprende el nivel que ha cogido", comenta su madre. Como ejemplo claro se puede ver el resultado de la oscense el pasado mes de febrero en el Memorial Olcoz, celebrado en Zaragoza. Allí acudieron lo más granado de la hípica española, con participación de la Guardia Real, profesores de la Escuela Militar Ecuestre o la Guardia Civil, entre otros. Para sorpresa de todos, Carolina plantó cara a sus rivales y logró la segunda posición del Memorial por delante de grandes nombres. Ante los recuerdos de ese día, Carolina se explica: "No me lo podía creer, porque además el mismo día del concurso Jingle tenía problemas de estómago e incluso me desapunté porque creía que no iba a poder competir. Al final el veterinario dijo que se había recuperado y salí la última de los 59 participantes. Era mi segundo torneo con el caballo y estaba muy nerviosa? y al final acabé segunda".

La montadora ha empezado a competir este año en obstáculos de 1,20 metros de altura y convive con Jingle D'Elo desde septiembre del 2009. Antes de competir con Jingle, Carolina compartió su crecimiento en este deporte con Gleter, una yegua anglo-árabe, con quien se proclamó subcampeona de Aragón en categoría infantil y campeona por equipos el año pasado con el club al que pertenece, el Club Hípica Salas.

Sobre su nuevo compañero de aventuras, la altoaragonesa cuenta cómo ha conseguido ganar su confianza. "Ha sido complicado porque es un caballo nuevo, mucho más fuerte que el anterior y hay que trabajarlo mucho para que se adapte a mí. Estaba acostumbrado a saltar más altura, así que poco a poco lo hemos ido haciendo y nos hemos ido conociendo", confesaba Carolina Lafuente, quien ya ha conseguido la complicidad suficiente como para saber cuándo el caballo "se ríe" de ella. "Es algo más que una mascota, es un miembro más de la familia con el que convivo todos los días. Sé lo que le pasa y sé cuándo se lo está pasando bien y disfruta. También reconozco cuando se ríe de mí.... Lo más importante es que el caballo se lo pase bien. Somos un equipo y nos ponemos retos los dos y nos sentimos muy bien cuando los conseguimos", comenta.

¿Cómo se hace un binomio perfecto entre ambos? "Son muchas horas de trabajo", responde la promesa hípica. "Jingle es como un deportista de elite que tiene que entrenar todos los días. Estamos de una a una hora y media cada día montando, y luego están los demás preparativos. Hacemos saltos dos veces por semana y también practicamos doma clásica porque la doma les viene muy bien a los caballos para que sean más obedientes y flexibles", añade. Pero Carolina comparte su afición a los caballos con los estudios por lo que tiene que echar mano de sus padres en más de una ocasión. "Su ayuda es básica. Cuando tengo exámenes ellos lo entrenan, lo montan", dice, consciente de la importancia del apoyo de los suyos sin los que no podría acudir a todos los eventos de lo que toma parte. Carolina Lafuente, a pesar de sus buenos resultados, no tiene ayudas ni patrocinios, por lo que todo el dinero sale del bolsillo de su familia.

Hoy, la oscense estará presente en el Gran Premio de Huesca, que espera sea "una buena oportunidad para medir el nivel respecto a gente de toda España". Como planes futuros, la amazona seguirá preparándose y mejorando su técnica con un curso de hípica en La Coruña para de esta manera "lograr consolidar todo lo que ha aprendido hasta ahora y poder seguir avanzando y superándome cada día".