SAN JUAN

Fuego y agua en la noche más corta del año

Vecinos de Barbastro se concentraron ayer en torno al fuego del barrio de San Juan.
Fuego y agua en la noche más corta del año
JOSé LUIS PANO

Dice la tradición que la de San Juan es la noche más corta del año, aunque en realidad este mérito lo ostenta el soslticio de verano del 21 de junio. Lo que nadie pone en duda es que se trata de la noche más magica, la de antiquísimos ritos guiados por el agua y el fuego, elementos contrapuestos.

En Huesca, el ceremonial tiene que ver con el agua y la sanación en la ermita de Cillas, a donde anoche acudieron, como cada año, cientos de personas para 'sanjuanarse' en la fuente. De la mano de la Real Cofradía de Nuestra Señora de Cillas, se celebró la Natividad de San Juan Bautista, con el rezo del rosario, la misa solemne y la procesión, tras la cual el sacerdote bendijo las aguas.

En noche tan señalada se obró el milagro en forma de improvisado aparcamiento. El Ayuntamiento había recomendado que todo el mundo se desplazara en transporte público porque no se iba a habilitar espacio en los campos cercanos a la ermita, todavía por cosechar, lo que aventuraba un casos de tráfico. A última hora y por sorpresa, los campos se segaron, para respiro de organizadores y asistentes.

Cenas al calor de las brasas

Junto al agua, el fuego, y con él más de una cena al calor de las brasas, como en Grañén, donde la asociación de vecinos ofreció sardinas asadas y vino. Las hogueras recorren la provincia de norte a sur y de este a oeste. En Altorricón hicieron incluso un concurso. En Barbastro, son una mezcla de fiesta y ritual. Las más tradicionales, las del barrio de San Juan, en torno a la cual los vecinos lanzaron zapatillas y algún objeto viejo. Además, pasan hojas por el fuego hojas de laurel, para que se cumplan sus deseos.

Uno de los lugares donde más se celebra es en Monzón, donde se unen los vecinos de los barrios de El Molino, Joaquín Costa y San Juan. Los actos arrancaron con un concurso y degustación de postres al que concurrieron 31 platos, siendo los ganadores una tarta de bizcocho rellena de nata y un brazo de gitano de chocolate. También hubo rosquillas, buñuelos de cerezas...

Caracoles en Monzón

Por la tarde, en las llamas ardieron los caracoles de cartón elaborados por los niños. Como recordaba una vecina y miembro de la comisión de fiestas: "Para San Juan en Monzón, caracolada". La caracolada no fue anoche, sino que será el sábado, con el tradicional guiso que da fama a este barrio compuesto por 100 kilos de caracoles, ajo, perejil, aceite de oliva, longaniza, sal y coñac.

Ayer en lugar de caracoles hubo sardinas. "Llevamos cuatro años dando longaniza y decidimos cambiar", explicaba José Fraguet, presidente del barrio. Así se repartieron unas 3.000 sardinas, donadas por la Marisquería la Cáscara. Por otro lado, los vecinos del barrio del Palomar asaron patatas.

Y de lo más festivo a lo más ancestral. Los vecinos de San Juan de Plan bajaron al río con antorchas y comenzaron la 'corrida de la falleta' hasta el cementerio. También 'corren' las fallas en Sahún, Villanova y Laspaúles. Y en Graus, sin fuego, pero respetando otra de las tradiciones propias de la fecha, algunos se apuntaron al recorrido por las siete fuentes para pedir salud y belleza durante los próximos doce meses.