QUEBRANTAHUESOS

"Tenía los dedos congelados"

Mikel Azparren informó sobre la dureza del clima. Todos los ciclistas coincidieron en señalar a la lluvia y al frío como principales rasgos de esta edición.

Aficionados y voluntarios aguantaron el tipo a pesar del mal tiempo en el Portalet.
"Tenía los dedos congelados"
RAFAEL GOBANTES

Los chubasqueros no sobraron, más bien faltaron en alguno de los casi 7.000 participantes que ayer tomaron parte de la vigésima edición de la Quebrantahuesos. El día amaneció soleado, pero pronto, una vez llegados al Somport, el Pirineo cambió su cielo azul, por una incómoda lluvia, acompañada de frío y mucho viento.Todos los participantes coincidieron al señalar que la de este año había sido, sin duda, la edición más complicada de las disputadas por sus piernas. Mikel Azparren, un clásico de la marcha que ostenta el récord de la misma, apareció por línea de meta, confesando que esta había sido su última Quebrantahuesos seria. "A partir de ahora vendré a pasear. Después de este año, he llegado muerto", informó. El ciclista solo dio un detalle para los que no habían participado supieran lo que habían vivido los cicloturistas: "Cuando hemos llegado arriba del Portalet, quería meter el plato grande y no podía porque tenía los dedos congelados".

El primer puerto, el Somport, ofreció su cara menos amable al cruzar la frontera. "Francia nos guardaba una sorpresa poco agradable", bromeaba Ángel Vázquez, tercer clasificado, quien añadía que había sido allí la parte más dura de la marcha porque "no se veía nada". Para el corredor, el momento más complicado fue cuando pinchó en el Marie Blanque, perdiendo posiciones. Para él fue un alivio que "por lo menos el Portalet estuviera seco" y se pudiera rodar con seguridad.

Para otros, como el ganador, Rafael Miravalles, el clima adverso no fue una mala noticia del todo. "La lluvia me viene bien, aunque no soy un experto 'bajador' en aguas", indicaba, señalando al viento como su principal enemigo. "Para mí ha sido peor el viento porque soy un corredor de poco peso y me complica las carreras", dijo.

Para otros como Sergio Pérez, la lluvia, le permitió colocarse en el grupo de cabeza. "En el primer descenso, bajando el Somport, que estaba muy mal por el agua, sabía que se iba a cortar, se iba muy rápido. Abraham Olano, que baja muy bien, ha coronado adelante, se ha puesto a bajar en bloque y ha hecho el corte definitivo y ahí me he metido con Milton Ramos". Otros de los condicionantes fue el frío como señaló el homenajeado en la edición del año pasado Joan Llaneras: "El año pasado nos lo pasamos muy bien, y este año también, a pesar de que ha sido dura y ha hecho mucho frío en la parte de Francia. Al final nos tenemos que quedar con que este es un día para disfrutar".

A pesar del abandono de muchos de los cicloturitas antes de finalizar la marcha, la organización se mostraba satisfecha porque no había ocurrido ningún accidente de gravedad. "Quizá por el propio miedo que provoca la lluvia, los participantes han sido mucho más prudentes y no se ha producido nada reseñable", informaba María Iglesias. No obstante, Protección Civil tuvo que socorrer a varios cicloturistas con hipotermia debido a las bajas temperaturas registradas durante la jornada.

Treparriscos, más tranquila

Por su parte en la Treparriscos, el clima fue mejor. La prueba salió media hora más tarde y al ser solo de 90 kilómetros, los primeros corredores terminaron su marcha en un tiempo alrededor de las dos horas. "Hemos tenido más suerte que los de la Quebrantahuesos y nos ha hecho un tiempo estable. No lo hemos pasado tan mal", explicaba Daniel Arnal, ganador de la Treparriscos.

El barbastrense, quien al año que viene dará el salto a la prueba grande, comprobó por experiencia cómo había afectado la transformación del trazado por las obras en el trayecto. "Ha sido diferente que el año pasado. El cambio es mejor en el túnel de porque así no nos cruzamos con los que bajan, pero he echado de menos la subida de Secorún. Casi puedo decir que se me ha hecho un poco corta la carrera en esta edición", aseguraba el aragonés.