Llegó la hora del adiós, como dice el viejo rockero Miguel Ríos. Del adiós a una temporada que, con solo cuatro partidos más, se hace casi insufrible por su largura. Si todo transcurre con normalidad, la Sociedad Deportiva Huesca va a lograr esta tarde en Vigo (18.00, Aragón TV) la permanencia por segundo año consecutivo en la categoría de plata. El problema consiste en saber si todo va a transcurrir con normalidad, porque las sospechas de apaños y componendas varias circulan de boca en boca con extraordinaria profusión.

A las seis de la tarde comienza la locura. Móviles y transistores van a hacer un gasto importante de energía. Cruces de cábalas con lo que hace o deja de hacer el vecino y lo que eso significa que me toca hacer a mí. El hecho de depender de uno mismo, no obstante, simplifica las cosas. El equipo azulgrana sabe que si gana se salva. El Celta no se juega nada. Es la despedida de Eusebio como entrenador, que tenía un año más de contrato, pero se le ha anunciado que no lo cumplirá. Poco se ha hablado de este partido a orillas de la ría, y más de las despedidas que se producirán y del proyecto de la próxima temporada, con Paco Herrera en el banquillo.

Si el conjunto oscense empata, las matemáticas sustentan sus opciones, pero si ciencia y fútbol no se dan la mano normalmente, mucho menos en una jornada final en la que seguro que hay gato encerrado en más de un escenario. Las tablas condenan al Huesca si vencen Las Palmas, Murcia, Albacete y Salamanca, una combinación entre 81 posibles que sin embargo suena verosímil. Es fácil que alguno pinche, pero están las cosas como para confiar en la buena fe del prójimo.

Una derrota tiene muchísimo peligro si nos acogemos al argumento recién expuesto, que viene a decir que la mayoría de los que deben ganar lo van a hacer. El cómo y el cuándo puede servir de guión para una película de suspense. Una de las voces de más fuste que se han alzado contra esta posibilidad es la de la presidenta del Rayo, Teresa Rivero, que se refirió incluso a primas por perder.

¿Tendrá el Celta algún tipo de aliciente extra para querer vencer? Lo normal es que sea así, sobre todo porque las primas a terceros para estimular su rendimiento no están perseguidas e incluso son bien vistas por la mayoría de los protagonistas.

Concentrados

Dos días lleva el Huesca concentrado en Vigo. El club gallego le ha cedido las instalaciones de A Madroa para preparar el partido en buenas condiciones. Tal vez sea una señal para el optimismo. El jueves se ejercitaron por la tarde y ayer lo hicieron por la mañana, a puerta cerrada. Los últimos retoques para el once y el estilo con el que se ha de rematar la faena, con el hecho, anecdótico pero significativo, de trabajar a casi mil kilómetros de casa al margen de los focos de los medios que ya se habían desplazado.

Da la impresión de que Calderón se la jugará con los que han sido sus principales asideros durante el año, aunque el míster gaditano no desprecia los cambios en momentos puntuales. Deberá remediar solo la ausencia de Gilvan, castigado con dos encuentros, ya que a Helguera se le perdonó una roja, rebajada a amarilla. El cántabro tiene 'feeling' con los comités, como ha demostrado varias veces en estos dos años.

Para suplir al brasileño caben diversas opciones, más ofensivas si pensamos en Vegar, Gallardo o Víctor Pérez, y más de contención si se contempla la participación de Sorribas, en un trivote con Sastre y Helguera.

Por delante se espera a Moisés, pero viendo que el último día jugó Rodrigo cabe esperar cualquier cosa. Incluso que Iriome retomase esa referencia en vanguardia que ya ostentó en Villarreal. Mikel Rico podría volver al lateral, como ya hizo frente al Cádiz, mientras que los tres puestos restantes en la defensa apuntan a Corona, Dorado y De la Vega. A las ocho de la tarde se cerrará este intenso capítulo.