BENEMÉRITA

Tamarite y Benabarre estrenan cuartel tras años de reivindicaciones y 1,8 millones de inversión

Ambas localidades llevaban casi 20 años financiando el alojamiento y las dependencias de la Guardia Civil.

Las localidades de Tamarite de Litera y de Benabarre vieron cumplidas ayer, por fin, sus históricas reivindicaciones de poder tener cuarteles de la Guardia Civil acordes a las necesidades del siglo XXI. El propio director general de la Policía y de la Guardia Civil, Francisco Javier Velázquez, fue el encargado de inaugurar ambas instalaciones en las que el ministerio ha invertido 1,8 millones de euros.


La primera parada de Velázquez fue en Benabarre, donde estuvo acompañado por el delegado del Gobierno en Aragón, Javier Fernández, por el alcalde Alfredo Sancho y por numerosos vecinos que no quisieron perderse una jornada histórica para esta villa ya que el anterior acuartelamiento tuvo que ser desalojado en 1994 porque el edifico amenazaba ruina, lo que ocasionó "una gran consternación" en este municipio, como recordó el primer edil.


Para no perder la presencia de la Guardia Civil, el Ayuntamiento ha estado subvencionado desde entonces el alquiler de las dependencias del cuerpo y de las viviendas de los agentes, un esfuerzo que agradeció especialmente Velázquez, quien destacó la mejora de las condiciones de seguridad y de trabajo que conllevan estas instalaciones, que incluyen cuatro viviendas unifamiliares.


La construcción del nuevo cuartel ha sido una de las reivindicaciones más perentorias de los diferentes equipos de gobierno que se han ido sucediendo en el consistorio. Por fin, en 2007 se empezó a ejecutar la obra en unos terrenos cedidos por el ayuntamiento a la entrada de la villa. Los trabajos se desarrollaron en poco más de doce meses y contaron con un presupuesto de algo más de 700.000 euros. No obstante, diversos problemas han impedido su ocupación hasta ahora.


Sancho pide más plantilla


El alcalde no desaprovechó la ocasión de solicitar la ampliación de la plantilla de la Guardia Civil, en estos momentos compuesta por seis agentes, "debido al extenso territorio que deben cubrir y a sus especiales características, con una vía de comunicación con considerable tráfico y conexión directa con Francia". Tanto Sancho como el director general de la Policía y la Guardia Civil tuvieron un emocionado recuerdo para el recientemente fallecido general Gonzalo Jar, impulsor de la construcción del acuartelamiento.


"Modernidad y seguridad"


Una hora después, Velázquez viajó a Tamarite para cortar la cinta inaugural de una "infraestructura a imitar por su modernidad y seguridad ", destacó. Casi veinte años de reivindicaciones, varios protocolos de colaboración, terrenos y proyecto a cargo del municipio, un año de obras y una inversión de 1.029.659 euros han dado como fruto un moderno cuartel situado en el barrio de La Paz.


El edificio tiene tres elementos principales: dependencias oficiales, 6 viviendas unifamiliares adosadas y un garaje para varios vehículos. Todo para albergar con comodidad y facilitar la labor de los trece miembros del puesto, además de los aspirantes que hacen sus prácticas en la localidad.


El empeño puesto por la corporación municipal de Tamarite, que el alcalde actual Francisco Mateo recordó al nombrar a dos de sus antecesores -Modesto Capdevila y Javier Pelegrí- que, como él, pelearon por esta instalación, fue matizado por el delegado del Gobierno, Javier Fernández, quien puntualizó que "este cuartel, como todos los demás, se ha hecho porque es necesario".


Mateo repasó la historia de este cuartel y los esfuerzos, incluso económicos, que ha realizado el pueblo, "con el objetivo de que la Guardia Civil se quede y sus miembros estén a gusto y pasen a ser nuevos vecinos".


Francisco Javier Velázquez, por su parte, agradeció el apoyo de la corporación en todo el proceso y lanzó el mensaje de que "en ocasiones no podemos atender todas las demandas de infraestructuras y por eso las ayudas de los municipios son todas bienvenidas".


Hasta ahora, la Guardia Civil prestaba sus servicios en Tamarite desde la casa consistorial. Además, el ayuntamiento prestaba una vivienda para los guardias que no disponían de alojamiento propio en la localidad.