La población extranjera se ha doblado en 5 años

El Bajo Cinca lleva dos décadas recibiendo población extrajera, pero ha sido en los últimos cinco años cuando esta tendencia se ha intensificado, con lo que los inmigrantes han pasado de representar un 9,7% de sus habitantes (2.268) al 16,2% (3.997 personas, entre las que predominan los búlgaros, seguidos de rumanos y marroquíes).

Por este motivo, esta es una de las ocho comarcas aragonesas que contará con un Plan de Convivencia y Ciudadanía que establecerá las medidas para favorecer la integración plena de extranjeros y autóctonos. En la provincia, también dispondrán de este instrumento la Hoya de Huesca y el Alto Gállego. Este documento, impulsado por el departamento de Servicios Sociales y Familia, se desarrollará con la participación de numerosos agentes relacionados con el fenómeno de la inmigración en esta zona, entre ellos, el Instituto Aragonés de Servicios Sociales, los servicios de Orientación Laboral y Asistencia Jurídica de la DGA, el Salud, el departamento de Educación, Cultura y Deporte, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, la Comarca, los ayuntamientos, Cruz Roja, Cáritas, la asociación El Puente- Lo Pont o representantes sindicales y empresariales.

El objetivo es coordinar los recursos y establecer las líneas prioritarias de actuación para favorecer la integración y convivencia de las personas de origen extranjero y autóctono. Esta planificación servirá para mejorar la gestión del cambio cultural que supone la presencia de inmigrantes y la participación de esta nueva ciudadanía.

La consejera de Servicios Sociales y Familia, Ana Fernández, reconoció ayer en Fraga, durante la presentación del proceso de elaboración del plan, que el Bajo Cinca "viene haciendo un buen trabajo por la convivencia a través de las entidades locales y el tejido social, pero son necesarios los planes para mantener el nivel de convivencia y para evitar problemas que puedan surgir".