MASA SOCIAL

"Fue una tarde inolvidable"

José María Mur y Tomás Félix, dos ex presidentes del club azulgrana, aseguran que no habían vivido una química entre la grada y el equipo como la que se pudo sentir en el partido del domingo ante el Cádiz.

Tomás Félix, izquierda, y José María Mur llevan más de cuarenta años siguiendo al Huesca o involucrados en él.
"Fue una tarde inolvidable"
RAFAEL GOBANTES

La gesta del domingo pasado ante el Cádiz pasará a la historia no solo por la épica remontada que propició un triunfo vital, sino por la extraordinaria comunión que se vivió entre la grada y el equipo, muy por encima de cualquier manifestación anterior. Y eso que el Huesca lleva unos años abonado a las jornadas inolvidables.


El estadio de El Alcoraz, que camina hacia sus 40 años de vida, se convirtió en un hervidero de pasiones al límite y nervios sin fin, que acabó con el gozo de una victoria que acerca la permanencia en la categoría. Hay que ponerle el broche en Vigo.


El gol de Camacho a diez minutos del final provocó el éxtasis más absoluto, arropado por la heroicidad de tener que defender el resultado con un hombre menos, que fueron dos cuando a la expulsión de Helguera se unió la de Gilvan en el descuento.


El día después tiene una resaca unánime: nadie recuerda haber presenciado in situ una cita de semejante intensidad. Ni siquiera en las fases de ascenso contra el Córdoba o el Écija. Es otro contexto. Ahí no había tanto a perder. Ni el derbi contra el Zaragoza encerró las mismas claves de dramatismo.


Tomás Félix, coordinador de las peñas del Huesca y ex presidente de la entidad, aseguraba sentirse "afortunado por haber podido asistir a un partido tan emocionante". Afirma que sufrió mucho, "aunque el final feliz bien justifica todo el mal rato que pasamos". Félix concilió el sueño "con normalidad" y por la mañana se despertó "con una sensación de felicidad inusual".


Hay señales que confirman su optimismo. "Si hemos sacado adelante un empate en Villarreal, tal y como se produjo, y el triunfo frente al Cádiz, también de la forma que ocurrió, eso significa que este equipo no estaba destinado a bajar", apunta Félix.


El que fuera presidente de la junta gestora anterior a la entrada de Jesús Viñuales aportó una reflexión interesante. "Huesca ha reaccionado a tiempo. Se había generado una pequeña distancia con el equipo pero se ha solucionado. En cuanto la gente ha visto lo mucho que se podía perder se ha volcado en el apoyo, dejando otros debates para otros momentos", apostilló.


Mur, testigo de lujo


Otro que bien puede hablar de las alegrías que encierran los muros del Alcoraz es el presidente bajo cuyo mandato se alzó el estadio en 1972, José María Mur Coronas, acérrimo seguidor del equipo, incansable viajero y colaborador en medios periodísticos.


Mur también tiene la sensación "de haber asistido a un duelo muy especial, con una tensión que no recuerdo haber experimentado en muchos años de vinculación al fútbol. Y eso que he visto de todo desde la presidencia", asegura, con gesto de tener que guardarse en la recámara confesiones de tiempos pretéritos.


El ex directivo azulgrana, que vivió los años dorados del club con la consecución en 1974 del Campeonato de España de Aficionados, con Pedro Aróstegui como entrenador, alaba "el comportamiento del público empujando al equipo" y también el papel de los hombres de Calderón, "que sacaron adelante un partido que se había puesto muy cuesta arriba y que nos hizo ver la posibilidad del descenso muy próxima en el horizonte. Esa amenaza todavía está ahí, pero ahora es mucho menor".


Vigo tiene la llave de la salvación definitiva. "No tengo claro si podré ir. Ya estoy algo mayor y son muchas emociones juntas en poco tiempo", declaraba Mur, que hace dos semanas ya participó de la primera versión del milagro en Villarreal, junto a otros mil fieles a la causa. "He estado en Castellón, después en Villarreal y ya lo del pasado domingo contra el Cádiz fue muy fuerte".


"Vamos a ver qué opciones hay de organizar un viaje de aficionados en colaboración con el club", manifestó Tomás Félix, que abandera todas estas iniciativas desde que asumiera el papel de enlace entre los seguidores y la junta directiva azulgrana, como buen conocedor de la dinámica de la entidad y de la idiosincrasia de Huesca. "El problema es que cualquiera que sea la fórmula va a resultar un poco exigente para el bolsillo y en los tiempos que corren...". Respaldo, no obstante, seguro que no le falta al equipo en la última batalla en Balaídos.