38º FESTIVAL DE HUESCA

Luc Moullet, director de la Nouvelle Vague, a favor de un cine "impuro"

El realizador y crítico francés compartió su visión del medio con los aficionados.

Moullet, durante su participación ayer en la DPH, en el ciclo 'Directores de culto'.
Luc Moullet, director de la Nouvelle Vague, a favor de un cine "impuro"
JAVIER BLASCO

"El único heredero al mismo tiempo de Buñuel y Tati". Así definió en una ocasión un colega a Luc Moullet, el 'director de culto' de esta edición del Festival de Cine de Huesca. El realizador francés, encuadrado en el género de la Nouvelle Vague, charló ayer por la mañana en la Diputación de Huesca con un grupo de aficionados al séptimo arte, que disfrutaron de su buen humor y erudición cinematográfica.


Moullet (París, 1937) dio su primer paso en el cine con el cortometraje 'Un steak trop cuit', creado con la idea de ser proyectado antes del filme 'Le petit soldat' de Jean-Luc Godard. Desde entonces quedó encuadrado, con Claude Chabrol, Eric Rohmer y otros directores, dentro de la llamada Nouvelle Vague. Sin embargo, en Huesca aseguró que "ni Godard ni François Truffaut se consideran dentro de este movimiento. La Nouvelle Vague no existe como tal. Bajo esa denominación había gente muy distinta, porque sus películas no tenían nada que ver entre sí".


Sin embargo, Moullet sí se atrevió a enumerar algunas de las características que podrían tener en común estos realizadores. "Hacían películas no muy caras, rodaban fuera de los estudios, y mientras que el sistema comercial buscaba algo definido, ellos se movían en la indefinición". Así, puso como ejemplo 'Hiroshima mon amour', de Alain Resnais , en la que sus primeros minutos dejan al espectador con la duda de qué está viendo realmente.


Esta idea, según el cineasta, es la misma que estaba presente en la cinta de Buñuel 'Ese oscuro objeto de deseo'. La memoria del maestro aragonés también apareció cuando Moullet recordó que "cuando Eric Rohmer era el redactor jefe de la revista Cahiers du Cinéma, me comentó: 'usted se lleva tan bien con Buñuel porque es igual de vago que él".


Cine impuro


Moullet se definió a sí mismo como "un director que tiene el único propósito de hacer reír a la gente" y se declaró "a favor de un cine impuro". En este sentido, confesó su gusto por la mezcla de géneros como el documental y la ficción, algo que se pudo comprobar en la proyección vespertina de su última cinta 'La tierra de la locura'. "Me han comentado que es uno de mis mejores trabajos -señaló-, precisamente por la inclusión final de la ficción, que provoca un choque emotivo".


A pesar de su amplia y sólida trayectoria, con filmes como 'Brigitte et Brigitte' o 'Anatomie d'un Rapport', los trabajos de Moullet son poco conocidos tanto en su país como en el exterior. Así lo comentó uno de los asistentes, el crítico de cine y profesor Roberto Sánchez, que señaló que "los cortometrajes de Moullet tienen modernidad, valentía y vanguardia, y eso en estos tiempos supone moverse entre un público minoritario".


El realizador francés puso en tela de juicio la existencia de un cine de autor "porque la mayoría de los cineastas no tienen por qué ser buenos", y habló de la progresiva desaparición de los géneros cinematográficos. A pesar de sus reticencias, Moullet se atrevió a valorar el cine actual, del que dijo "se parece cada vez más a la pintura, porque su difusión funciona mejor a través de exposiciones". "La vida del cine no se fundamenta en la actualidad -aseguró-, ya que, por ejemplo, mis películas no suelen tener éxito hasta 24 años después de su estreno", bromeó.


Moullet compareció tras recorrer la jornada anterior parte de la provincia, que no visitaba desde hacía 30 años. El autor aseguró haber disfrutado de "un encuentro muy agradable", y confesó que Huesca era una de sus ciudades favoritas de España, junto con Ávila, Segovia y Ronda.