La D. O. Somontano confía en aumentar sus bodegas a pesar de la ligera caída de ventas

El año pasado vendieron casi 12 millones de botellas, un 10% menos, entre las 34 empresas de la Denominación.

Pablo Canalas, de las bodegas Sers de Cofita, donde se ha aunado el turismo con la enología, ahora tan en auge en el Somontano.
La D. O. Somontano confía en aumentar sus bodegas a pesar de la ligera caída de ventas
JOSÉ LUIS PANO

En 25 años el Somontano ha pasado de ser un territorio en delicada situación demográfica y económica a uno de los destinos vitivinícolas más reconocidos internacionalmente. La creación de la Denominación de Origen Somontano, de la que se cumplen 25 años en este 2010, contribuyó no solo a frenar esa tendencia negativa sino a generar riqueza con la creación de bodegas y empresas derivadas.

Pero el sector del vino, ya complejo de por sí, también sufre la crisis. Por primera vez en muchos años la D. O. Somontano ha visto como descendían en 2009 sus ventas en torno a un 10% con 11.935.371 botellas comercializadas; a comienzos de año se hacía público que Enate, una de las banderas de la D. O afrontaba un concurso de acreedores; y algunos grandes proyectos basados en el sector de la construcción no están pasando por los mejores momentos.

Sin embargo, si esa podría ser la cruz de la moneda, la cara es que el número de bodegas interesadas en formar parte de la D. O. Somontano sigue creciendo cada año y aunque los rumores hablan de venta de algunas empresas, lo cierto es que el sector del vino sigue siendo uno de los principales motores de la economía del Somontano -y sin duda su imagen más reconocida-, con alrededor de un millar de empleos directos, más un número indeterminado de puestos indirectos y de empresas derivadas. La última bodega en llegar y que eleva el número a 34 es De Beroz, propiedad del presidente del Consejo Regulador el viticultor Mariano Beroz.

 

50.000 visitas a bodegas

Otro de esos motores sería el turismo, que ha permitido el asentamiento de población. Y parte de ese mérito también habría que atribuírselo al enoturismo impulsado por la D. O. Somontano y que según datos del Consejo Regulador genera 50.000 visitas anuales a bodegas. De hecho, los establecimientos de la Ruta Vino del Somontano, consorcio creado por el Consejo Regulador, el Ayuntamiento de Barbastro y la Comarca de Somontano y enclavado en la Ruta de los Vinos de España que promueve el Ministerio de Industria y Turismo, se acerca al centenar de establecimientos con certificación oficial. Entre estos se encuentran hoteles, casas rurales, restaurantes, bares y cafeterías, tiendas, bodegas y agencias de viaje. Todas ellas deben pasar un riguroso control de calidad.

Uno de los últimos agentes sociales en reflexionar en voz alta sobre la situación vitivinícola en el Somontano ha sido el secretario de UGT Aragón que en un encuentro con los delegados sindicales en Barbastro hablaba de acometer una "reestructuración del sector porque tiene un exceso de producción y falta comercialización". A juicio de UGT esta reestructura pasa por "una apuesta por la calidad compatible con una oferta de precios asequible". Asimismo propone aprovechar la imagen de marca de la D. O. para crear industrias derivadas como alcoholeras o de biomasa que aprovechen los desechos del producto, el enoturismo, etc.

Apuesta por la calidad

Para el presidente de la D. O., Mariano Beroz, el análisis del sector tiene que tener en cuenta la calidad alcanzada por Somontano y su juventud. "Nadie puede cuestionar que Somontano es ahora una marca pública, reconocida como paraguas para unos vinos de calidad. Ese es un fondo de comercio ganado con el trabajo de muchas gentes hace muchos años y eso sigue siendo un valor muy importante. Evidentemente -señala Beroz-, Somontano es una denominación joven y todas las empresas tienen un pecado de juventud. Muchas bodegas se están amortizando o están haciendo esfuerzos por acabarse y de repente nos hemos encontrado con una crisis y que en el posicionamiento de Somontano, de una restauración media alta, afecta un poco de forma especial".

Reestructuración

Beroz considera que las malas noticias relacionadas con el sector, como el descenso de un 10% de sus ventas, "hay que ponerlas en cuarentena". "Si la D.O. Somontano se pusiera a vender vinos a los precios que están muchas D.O. de España, sería capaz de vender todo el vino de Aragón. Lo que ocurre es que las empresas están tratando de hacer un esfuerzo para mantener ese nicho de mercado. Somontano siempre tendrá el mecanismo de vender mucho vino barato pero eso sería cargarse toda la imagen de marca".

Ese esfuerzo para acondicionar los precios acorde a la demanda ha llevado a las bodegas a reducir costes y reestructurar sus plantillas, según apunta Beroz. En esta reestructuración cabe destacar la llegada de dos grupos importantes como son los gaditanos Barbadillo y González Byass que adquirieron Pirineos y Viñas del Vero. No obstante, Beroz está confiado en que "no se va a cerrar ningún gran proyecto bodeguero. A fecha de hoy soy optimista y lo dice alguien que ha cultivado viñas en el Somontano cuando solo estaba la Cooperativa, cuando se constituyó la D.O. y se vendieron las primeras 100.000 botellas. Yo estoy convencido de que dentro de cinco años seremos más, no menos".