PATRIMONIO

El Museo recrea la vida en la Osca romana a partir de sus cerámicas

Una exposición, un taller de alfarería, la representación de un 'triclinium' y una cata gastronómica centraron la actividad.

Recreación de un 'triclinium' romano en el Museo de Huesca.
El Museo recrea la vida en la Osca romana a partir de sus cerámicas
JAVIER BLASCO

Con la banda sonora de 'Gladiator' como música de fondo varios camareros se desplegaron por el patio del Museo de Huesca para llevar hasta las mesas dispuestas bajo el porche delicados bocados inspirados en la comida romana. Esta suculenta degustación, preparada por Sergio Azagra y el restaurante El Cobertizo, puso el cierre a toda una mañana de actividades que giraron en torno a la Osca romana y que tenían por objeto conmemorar el Día Internacional de los Museos.

Todo arrancó con la presentación de la muestra "La vajilla romana de Terra Sigillata en Osca" configurada para la ocasión con fondos del propio centro y que estará abierta hasta el próximo día 30. Son piezas halladas en las excavaciones realizadas en el entorno y que nos hablan de una ciudad que "en los siglos I Y II a. de Cristo ya estaba conectada con todo el imperio", según se deduce de la procedencia de las piezas, "algunas de las que hemos hallado procedían de la actual Toscana y la Umbria italianas y del sur de Francia, lo que significa que las vías de Osca estaban en comunicación con el resto del imperio y por tanto que era una ciudad que se estaba romanizando de manera muy importante", según explicó Julio Ramón, conservador del Museo. La muestra también contiene piezas de vajilla de terra sigillata hispánica producida en los alfares de la zona del río Najerilla, en la Rioja y otras realizadas en la propia Osca. "Presentamos desde las primeras cerámicas importadas de Italia hasta las producciones de Osca", resumió.

Pero el Museo no se ha querido quedar en la mera exposición y explicó con una didáctica dramatización (que repitió en tres sesiones) a los más de 250 visitantes que recibió a lo largo de la mañana que estas vajillas de lujo, las utilizaban los romanos en las comidas importantes que ofrecían a sus invitados en los triclinium.

Así, el salón del trono del histórico edificio se convirtió por unas horas en uno de los comedores romanos configurados por tres lechos colocados en forma de U con unas mesas bajas en el centro para colocar las vajillas, donde comían. En este triclinium un matrimonio romano recibía a un vendedor de vajillas, que finalmente no logró cerrar el trato.

Documental y taller

Para complementar el tema, se proyecto el documental 'Pirene', de Eugenio Monesma, en el que se explica el proceso de ejecución de las piezas de cerámica en un alfar. "De esta manera hemos tratado de que la gente conozca la cerámica patrimonial de Osca, dónde y para qué se usaba y cómo se hacía", comentó Julio Ramón.

Pero la actividad fue todavía más allá, ya que los niños pudieron experimentar y hacer sus propias piezas de barro instruidos por el ceramista Enrique Alagón. Las obras realizadas por los participantes en este taller pasarán a exponerse en una muestra que se inaugurará mañana martes y estará abierta hasta el próximo día 30 de mayo.

Y aún quedaba algo. ¿Qué comían los romanos en esas vajillas de las que presumían ante sus invitados en los triclinium? Desde luego "ni patatas ni plátanos", bromeó el conservador del Museo. Tomaban una comida bastante especiada que ayer fue también recreada, aunque "algo suavizada". Bajo el título 'Cómete a Roma a cucharadas' todos los asistentes pudieron probar bocados como gaum falso en tostadas, puré de lechuga con cebolla frita liofilizada, chupa chups de huevos duros romanos, pulpo a los dos aceites (anchoas y olivas negras), pollo vardano deshuesado y pan de leche y pimienta negra. Todo ello regado con vino de higos.

La actividad constituyó todo un éxito y también sirvió para que algunas personas descubrieran por primera vez el Museo. Fue el caso de una pareja, Bea y Óscar, que viven en Huesca hace más de un año y todavía no lo habían visitado y se quedaron impresionados por la belleza y la historia del edificio, "que fue universidad, antes de que hubiera en Zaragoza".

El Museo retomará la actividad el martes, cuando se espera la visita de la consejera de Cultura.