OPOSICIONES

Un esquilador con vocación de bombero

Alrededor de 170 aspirantes (solo una mujer entre ellos) se presentaron ayer a la primera prueba de las oposiciones para entrar a formar parte del cuerpo de bomberos de Huesca. Muchos venían de comunidades vecinas como Cataluña, Valencia, Navarra, País Vasco o Madrid.

Alrededor de 170 personas, de las más de 230 que se habían inscrito en un principio, se presentaron al examen convocado ayer en el IES Pirámide de Huesca.
Un esquilador con vocación de bombero
JAVIER BROTO

Ser bombero es, para la mayoría de aspirantes, mucho más que conseguir un simple puesto de funcionario y un sueldo fijo. Es una vocación que exige muchos sacrificios. Un ejemplo de ello es el de Germán Martínez, que a sus 36 años estuvo ayer por la mañana esquilando ovejas en Lérida y a primera hora de la tarde se presentó a la primera prueba del concurso-oposición para cubrir 7 plazas de bomberos del Ayuntamiento de Huesca. "He dejado a un compañero con las ovejas allí y me he venido porque este es mi sueño", afirmó.

Como él, muchos de los 170 opositores (entre ellos solo había una mujer) tuvieron que recorrer cientos de kilómetros desde Navarra, País Vasco, Cataluña o Valencia, incluso en autocaravana, para examinarse de un test de 100 preguntas en 60 minutos. Por delante aún quedan otros 5 ejercicios físicos, de aptitud, de conducción,... que el consistorio oscense espera tener concluidos en julio.

Era la tercera oposición de Germán y en los próximos meses seguirá probando suerte en Alicante, Valladolid y Albacete. Además, espera que la Generalitat elimine el límite de edad de 35 años que le impide presentarse allí. Se marchó de Barcelona a Lérida para vivir en el campo pero hace 5 años decidió opositar a bombero "porque en verano trabajo en cuadrillas forestales, hago mucha montaña y escalada, tengo amigos bomberos y al final ves que todo lo que haces te conduce a esta profesión". Además, lamentó que "vivir del campo está fatal ahora".

Desde Barcelona llegó Javier Bustos, de 24 años y natural de Alcarrás (Lérida). Su sueño nació a los 18 años, cuando estudiaba Ciencias Físicas en Zaragoza. "Tenía delante de casa el parque de bomberos y un día fui a una academia a preguntar qué pedían". Cuando acabó la carrera y vio que no tenía muchas sus salidas laborales optó por la de bombero. Lleva ya un año dedicado "al cien por cien" a ello, aunque lo compagina con su trabajo de profesor. Aseguró que no tendría problemas en trasladarse a vivir a Huesca "porque lo importante es entrar y ganar méritos para luego poder ir a otros sitios". De hecho está apuntado también en Alicante, Mallorca y Madrid. "Estoy haciendo el tour por España", manifestó.

Pero no todos los aspirantes tienen experiencia con esta profesión. Es el caso, por ejemplo, de Antonio Jiménez, de 33 años y de Madrid. "Soy educador social pero creo que es un trabajo que tiene una edad tope para estar allí con los chavales y quiero ser bombero". Para ello, lleva un año de excedencia aunque antes de entrar al examen reconoció que no lo había preparado muy bien. "Tengo dos hijas y a la pequeña le están saliendo ahora los dientes así que he estudiado poco", dijo.

"Es cuestión de insistir"

Tampoco llegaba al cien por cien al examen Alberto, de 33 años y de Zaragoza "porque esta mañana he estado haciendo el noveno examen de otra oposición de bomberos de Zaragoza y estoy más centrado en esa, que empezó en enero". Y eso que, a su juicio, el test de ayer era "para aprobarlo". Era su cuarta oposición y por ahora no se desanima. "Es cuestión de insistir e insistir", resaltó.

Pero también había 'novatos' en oposiciones como Alejandro, de 25 años y de Sabiñánigo, donde lleva dos años de voluntario de Protección Civil. No salió muy contento, "así que espero estudiar más para la próxima y a ver si tengo más suerte". Y es que ansía ser bombero "porque me gusta el trabajo y ayudar a la gente".