Alrededor de una hora estuvo ayer declarando en el cuartel de la Guardia Civil de Grañén el concejal del grupo municipal del PP, Víctor Castán, al que la alcaldesa 'popular' de Torres de Barbués y diputada provincial, Celsa Rufas, denunció por insultos, amenazas e intento de agresión.

A su salida, el edil, al que no se le permitió ver el contenido de la denuncia, reiteró su inocencia e insistió en que las acusaciones son "falsas". Asimismo, volvió a apelar a la "valentía y caballerosidad" de los dos testigos del suceso que, al igual que el acusado, son ediles del PP en Torres y que ya acudieron a declarar el martes.

En este sentido, cabe recordar que los hechos, que tuvieron lugar el pasado 28 de abril, sucedieron en la puerta del Ayuntamiento de la pedanía de Valfonda de Santa Ana cuando el edil acusado intentó acceder a una reunión, que había sido convocada por la alcaldesa y a la que asistieron otros concejales populares. El acusado, que admitió que no había sido invitado al encuentro, quiso exponer algunas de sus reivindicaciones y ante ello, la primera edil "taponó la entrada, me puso la mano en el hombro y emitió una especie de quejido; al percatarme de lo que intentaba, di un paso atrás y cejé en mi empeñó", aseguró Castán.

Tras prestar declaración, el concejal acusado, que dijo sentirse "difamado", calificó de "desafortunadas" las manifestaciones de apoyo hacia la alcaldesa realizadas por el presidente provincial del PP, Antonio Torres, ya que "se olvida de la presunción de inocencia y ni siquiera ha escuchado mi versión". Castán, que intentó ayer sin éxito contactar vía telefónica con el propio Torres, es militante del PP desde 1990.