SD HUESCA

Más cómodos en el exilio

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En el centro de la imagen, un aficionado exhibe su bufanda durante el partido con el Cartagena.
Más cómodos en el exilio
JAVIER BLASCO

El Huesca ha perdido pujanza en El Alcoraz al tiempo que mejoraba su rendimiento como visitante

huesca. El Huesca ha acostumbrado a sus aficionados a grandes tardes en El Alcoraz. Por juego y eficacia, ya que en el vetusto estadio se han establecido las bases de los éxitos de las últimas temporadas. En Segunda, se ha ganado a pulso el calificativo de fortín, de terreno estéril para el enemigo que acude en busca de puntos. De este modo, asimismo, se ha venido compensado una trayectoria a domicilio más discreta. Pero esta tendencia se ha invertido en la segunda vuelta, en la que los azulgrana han flaqueado en casa y han aumentado su robustez fuera.

Las dos últimas derrotas en la capital oscense, frente a Recreativo (1-2) y Cartagena (0-2), unidas al empate sin goles con el Córdoba, han frenado la escapada definitiva hacia la permanencia. O, mejor dicho, la han postergado. De manera insospechada hace tan solo unos meses, el Huesca se sustenta en los puntos que ha coleccionado como visitante; nueve en siete partidos, los mismos que como local. Así, a domicilio se ha ganado a Nástic (0-1) y Hércules (0-2) y se empató con Las Palmas (0-0), Levante (1-1) y Albacete (0-0). El principal bache se produjo con las derrotas consecutivas en los estadios de Girona (2-0) y Numancia (1-0). De momento, ya se ha rebasado el balance de la primera vuelta, en la que los oscenses recolectaron siete puntos en diez salidas.

El Alcoraz, mientras, ha visto caer a Murcia (1-0) y Salamanca (2-0), empatar a Elche (0-0), Real Sociedad (1-1) y Córdoba y las derrotas antes reseñadas. Cinco goles han sumado los altoaragoneses a favor, por otros cinco en contra. Fuera, también hay igualdad: cuatro a favor y cuatro en contra. En cualquier caso, todavía puede superarse la estadística de la primera vuelta, en la que del Alcoraz se lograron extraer 17 puntos merced a cuatro triunfos, cinco empates y dos derrotas. Más floja fue la trayectoria como invitados, como se ha visto.

Hasta el final de la liga quedan por delante cuatro salidas (Rayo, Castellón, Villarreal B y Celta), y hay que recibir a Real Unión, Betis y Cádiz. Casi todos, partidos de alto voltaje, bien ante rivales directos o bien, con los béticos, en el marco de la pelea por el ascenso. Ahora, los altoaragoneses solo piensas en el envite del sábado en Vallecas (18.00, Aragón TV), pero la magia del Alcoraz es la que puede certificar la permanencia. Baste como ejemplo la importancia de los triunfos sobre Murcia y Salamanca, que ayudaron a ganar el 'golaverage' particular con estas dos escuadras; buena nota han de tomar Real Unión y Cádiz.

Esta extrañeza por que el Huesca haya sumado un punto de nueve posibles en su estadio remite levemente a la pasada temporada y ese bajón de la segunda parte, en que se acumularon seis choques sin ganar y derrotas con Rayo, Real Sociedad y Zaragoza. Eran otras circunstancias, y unos rivales que pujaban por la Primera División. La certeza que sí admite la comparación entre las dos campañas en la categoría de plata es la de que El Alcoraz es capital en el presente y futuro en Segunda. De los 53 puntos del anterior ejercicio, 36 llevaron la rúbrica del estadio oscense. Ahora, el equilibrio es mayor dentro y fuera: 26 puntos por 16.

Si los hombres de Antonio Calderón puntúan en el Teresa Rivero, ya habrán igualado la trayectoria visitante del año pasado. Al respecto, llama la atención la mala trayectoria rayista en Vallecas, con seis derrotas para un conjunto del que se esperaba bastante más. Ahora recibirá a un visitante temible que quiere seguir dando pasos hacia la salvación.

Miguel Barluenga