El hospital San Jorge instala cámaras de videovigilancia para reforzar la seguridad

El pasado sábado fue detenido el acompañante de una paciente como presunto autor de varias sustracciones.

Un guarda controla las imágenes que captan las cámaras de videovigilancia.
El hospital San Jorge instala cámaras de videovigilancia para reforzar la seguridad
RAFAEL GOBANTES

Huesca. El hospital San Jorge está incrementado sus medidas de seguridad con la instalación de cámaras de videovigilancia en todo el recinto sanitario. Los trabajos, que comenzaron hace unas semanas, forman parte del plan de mejoras planteado por la empresa Eulen cuando resultó adjudicataria del servicio de seguridad.

Así lo confirmó Javier Marión, gerente del área de Salud de Huesca, que desvinculó absolutamente que la colocación de dichas cámaras guarde relación con el hecho de que en las últimas semanas se hayan registrado algunos hurtos en el recinto hospitalario, tanto a miembros del personal como a algunos pacientes ingresados. Precisamente, en la madrugada del pasado sábado la Policía Nacional detuvo a un hombre como presunto autor de varias sustracciones en el San Jorge.

Javier Marión insistió en que la instalación de la videovigilancia responde exclusivamente al plan de mejoras propuesto por Eulen cuando se le adjudicó, mediante concurso, la seguridad de todo el recinto sanitario: hospital San Jorge, Consultas Externas y Edificio Administrativo, Escuela de Enfermería y el inmueble de oficinas del Salud, por 179.272.000 euros y un periodo de dos años prorrogable por otros dos.

Las cámaras, que reforzarán la actuación de los guardas que cubren el servicio de vigilancia, se están instalando fundamentalmente en las zonas de entrada al hospital, tanto el acceso principal y el de Urgencias como los restringidos a personal, y en los lugares de paso, así como en otros puntos que se han considerado oportunos.

Permitirán controlar si hay personas merodeando y se espera que también tengan efecto disuasorio ante posibles hechos delictivos o estos quedarán registrados y a disposición de la autoridad judicial, en caso de que se produzcan. En todo momento está salvaguardada la intimidad tanto de los pacientes como de los trabajadores. El centro de control, al que solo tienen acceso los guardas de seguridad debidamente acreditados, está situado en las propias dependencias del hospital.

"La colocación de las cámaras no tiene nada que ver con que en el hospital se haya registrado situaciones anómalas. Es más, ni siquiera figuraba en el pliego de condiciones del concurso para la contratación del servicio de seguridad sino que fue una propuesta de mejora que formuló la empresa", insistió Marión.

Se da la coincidencia de que en las últimas semanas se han registrado varios hurtos en el hospital. Las víctimas han sido los propios pacientes ingresados a los que en algún descuido les han sustraído teléfonos móviles, algo de dinero o algunos objetos personales de algún valor. También los cacos se han llevado un televisor que un grupo de celadores había adquirido recientemente para su sala de descanso. Sin embargo, en el registro de Atención al Paciente referido a los tres primeros meses del año solo hay una queja presentada por la sustracción de un teléfono móvil, según confirmó el gerente. "No debería haber ni un hurto, pero como en todo lugar por donde circulan miles de personas, a veces se producen estas cosas", dijo Marión. Insistió en que en el centro "no hay sensación de que se estén registrando más casos que en otros momentos o que hace unos años".

Detenido un acompañante

El hecho más llamativo tuvo lugar durante la madrugada del pasado sábado cuando varios pacientes ingresados advirtieron la desaparición de algunas pertenencias (teléfonos móviles, relojes y joyas) y dieron la voz de alerta al servicio de seguridad. Los afectados pudieron señalar que había merodeado por sus habitaciones un hombre ajeno a la plantilla del hospital del que pudieron dar una somera descripción. Los guardas de vigilancia dieron el aviso a la Policía Nacional cuyos efectivos, tras hacer las averiguaciones pertinentes, localizaron al presunto autor, que resultó ser el acompañante de otra paciente ingresada. El hombre, de nacionalidad rumana, fue detenido y ayer se encontraba en el calabozo a la espera de pasar ante la autoridad judicial, según fuentes de la Subdelegación del Gobierno.

Al parecer, en el momento de su detención no portaba ningún objeto desaparecido y se sospechaba que hubiera podido lanzarlos por la ventana a un cómplice.