enoturismo

Los vinos del Somontano, los primeros

El Consejo Económico y Social de Aragón presenta un estudio en el que destaca la Denominación de Origen

De las cuatro denominaciones de origen vitivinícolas de Aragón, la del Somontano es la mejor posicionada para competir con otros destinos tradicionales del enoturismo, como La Rioja o Ribera del Duero, aunque aún queda un largo camino por recorrer. Esta es una de las conclusiones del estudio ‘Elementos clave para el desarrollo del enoturismo en Aragón desde la perspectiva de la demanda aragonesa’, elaborado por investigadores de la Universidad de Zaragoza y distinguido con el Premio de Investigación Ángela López Jiménez, que concede el Consejo Económico y Social de Aragón (CESA) en recuerdo de la que fuera su presidenta, fallecida en 2007. El documento se presentó ayer en Huesca, durante una jornada sobre el enoturismo organizada por el CESA.

Su presidenta, Ángela Abós, justificó durante la inauguración la elección de esta materia por “su interés general para la Comunidad”. “Aunque Somontano ya ha profundizado en este sector, las cuatro denominaciones (a la oscense hay que sumar las de Cariñena, Campo de Borja y Calatayud) podrían ofrecer no solo el vino, sino un conjunto de atractivos que hay que poner en valor: el paisaje, los elementos culturales específicos, la gastronomía...”, explicó. “Lo que hoy premiamos -añadió Abós- es el primer paso para reconocer esa potencialidad, ofreciendo a quien los pueda gestionar los datos que la realidad nos proporciona”.

La investigadora principal del estudio, Marta Pedraja, expuso ante los presentes -entre los que había políticos, empresarios, sindicalistas y profesionales del sector- las líneas principales del informe, en el que un equipo de investigadores ha invertido un año. Pedraja partió de la base de que “el vino solo no es suficiente” para atraer a los turistas, ya que la oferta debe complementarse con un destino atractivo, un valor cultural y una amplia oferta de actividades, que no deben limitarse a la enología.

El estudio tiene como punto de partida una encuesta a casi 400 aragoneses, de los que un 52% afirmó haber realizado enoturismo en alguna ocasión. De los que lo hicieron sin salir de la Comunidad, la mayoría visitaron el Somontano.

El perfil general del enoturista es el de un hombre de entre 50 y 69 años, casado, con estudios universitarios e ingresos altos y que bebe vino a diario. No obstante, la directora del estudio distinguió entre los turistas “interesados” y los “curiosos”. Eso sí, es fundamental una buena política de comunicación para “fomentar el interés por el vino. Este es el paso previo a la creación de una oferta turística”.

También se preguntó a las bodegas y las denominaciones aragonesas, que reconocieron que llevan menos de cinco años desarrollando el enoturismo -que mueve al año en España a un millón de personas-. Aunque carecen de datos, son conscientes de la repercusión positiva en sus negocios, pero consideran que deben hacer inversiones importantes para potenciarlo. “Tenemos los atributos, pero falta coordinación e infraestructuras”, resumió la investigadora.

Algunos de estos aspectos se pusieron de manifiesto en una mesa redonda en la que participó Mariano Beroz, presidente de la D.O. Somontano, quien recordó que su Ruta del Vino fue una de las pioneras en España y se considera un referente, con una oferta ligada al vino, “que pone la imagen”, pero también al turismo de aventura, la naturaleza... Recordó que hay cien empresas asociadas a la Ruta.