Tercer Milenio

En colaboración con ITA

El gran descubrimiento del mercado invernal

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 No vamos a poner en tela de juicio que el Huesca podría salvarse también si no hubiera fichado Gilvan Gomes Vieira, porque sus argumentos principales están en el peso del trabajo colectivo y el compromiso del vestuario. No obstante, la aportación del brasileño, que llegó en el mercado de invierno, está siendo muy destacada para un equipo azulgrana algo mermado por la falta de pegada, con serios problemas para generar ocasiones en algunos partidos y más dificultades a veces para convertirlas.

Gilvan disputó el domingo su sexto partido con el Huesca y en él cuajó su actuación más sobresaliente. No solo resultó con diferencia el futbolista más desequilibrante, sino que abrió el camino del triunfo con su primer gol como azulgrana.
Nacido en Pinheiros (Sao Paulo) el 9 de abril de 1984, este extremo de 175 centímetros y eléctrico como un chispazo ha revolucionado el ataque azulgrana con su facilidad para desbordar por el costado izquierdo. Gilvan tiene cambio de ritmo, potencia, pone buenos centros, dispara fuerte y también regatea. Quizá su nivel se ajuste más al de Primera que al de Segunda. De hecho, sabe lo que es disputar la Copa de la UEFA (actual Europa League), en la que participó con el Zestafoni de Georgia. Dinamo de Tiblisi y Atlético Mineiro aportan brillo al curriculum de un nómada del balompié, que en 2009 jugó siete encuentros con el Jeju United de la liga coreana y que hace apenas dos meses estaba en Bosnia esperando a ver qué era de su vida cuando recibió la llamada del club azulgrana.
Llegó sin hacer ruido, como debe accederse a un vestuario. Se ganó a la gente por su sencillez y discreción. No puso nunca una mala cara cuando le dijeron que tenía que esperar varios días hasta conocer la decisión del club de ficharlo o no. Calderón dio a entender públicamente que, si de él hubiera dependido, habría que haberle contratado antes, aunque respetó el criterio de la dirección deportiva, que apostó por buscar una contratación extranjera supuestamente de mayor rango. Elegir quién ocupa plaza de extracomunitario es una decisión que requiere meditación y más después de que el melón no saliera bueno con Reinaldo Alagoano, que abandonó el club sin presentarse en Huesca después de las vacaciones invernales, quizá conocedor de que su suerte estaba echada.
Pero aunque fuera de puntillas y después de casi veinte días, Gilvan acabó formalizando su contrato el día en que expiraba el plazo de fichajes de enero, en esa noche frenética en la que se frustraron varios fichajes de relumbrón.
Feliz desenlace para un jugador que ha supuesto un plus en este equipo, que eleva sus prestaciones y que está llamado a tener un papel importante en las trece jornadas que restan para la conclusión del campeonato. Y si conecta con Rodrigo, el otro paulista en nómina, la explosión puede ser aún mayor.