NIEVE

Unas 160 personas aisladas en dos hoteles de Benasque tras un gran alud en la A-139

Otra avalancha en Cerler sepultó a un esquiador fuera de pistas, pero pudo ser rescatado por sus compañeros.

Unas 160 personas aisladas en dos hoteles de Benasque tras un gran alud en la A-139
Unas 160 personas aisladas en dos hoteles de Benasque tras un gran alud en la A-139
JORGE MAYORAL

Un total de 160 personas permanecen incomunicadas en dos hoteles de Benasque desde que un alud de grandes dimensiones cortara ayer al mediodía la carretera A-139 en la zona de Rosec, a la altura del kilómetro 65. En el Hospital de Benasque hay 124 clientes y 26 trabajadores, y en el Turpi, 2 empleados y 8 turistas. Hoy se espera que puedan ser evacuados.


La avalancha cayó sobre las 13.00 en un lugar donde son habituales los aludes, según reconoció el alcalde benasqués, José Ignacio Abadías. De inmediato miembros de la Guardia Civil se desplazaron hasta allí con perros adiestrados para descartar que algún vehículo hubiera quedado atrapado bajo la nieve. Más tarde, entre las 16.30 y las 19.00, los especialistas en montaña y Policía Local de Benasque colaboraron en la evacuación de los 54 esquiadores que se encontraban en la estación de esquí de fondo de los Llanos del Hospital. Personal del hotel los trasladó hasta la carretera, y allí, de uno en uno, para evitar en lo posible el peligro si se producía otro desprendimiento, fueron atravesando el montón de nieve.


Una vez superado el obstáculo, un autobús fletado por el Ayuntamiento los llevó hasta Benasque, según explicó el responsable del complejo, Jorge Mayoral, quien añadió que a las 8.00 de hoy está previsto, si el tiempo lo permite, que se abra una vía provisional para que puedan salir las personas aisladas.


Apenas hora y media antes, y a pocos kilómetros de distancia, se vivía un nuevo susto en las estaciones de esquí del Pirineo. Otro alud fuera de pistas, esta vez en Cerler, hizo saltar todas las alarmas, si bien finalmente no hubo que lamentar daños personales, puesto que el único aficionado al que alcanzó la avalancha salió ileso. Según informaron fuentes de Aramón, el suceso se produjo poco antes de las 11.30, y fue provocado por un grupo de esquiadores que se encontraban en la zona de Basibé, junto a la pista balizada de Águilas. Uno de los miembros del grupo quedó sepultado, aunque de forma superficial, por lo que sus propios acompañantes pudieron desenterrarle prácticamente de inmediato.


De hecho, el personal de la estación que se desplazó hasta el lugar de los hechos nada más producirse el aviso no llegó a intervenir. Tampoco tuvieron que participar en el rescate los miembros de los equipos de montaña de la Guardia Civil, que realizaban un curso de formación en la zona.


Desde Aramón también informaron de que los implicados no llevaban ARVA (aparato que emite ondas para localizar a personas sepultadas por la nieve), sonda u otros medios de seguridad en el momento de ocurrir el incidente, que se suma a los ocurridos en las últimas semanas en Formigal, Candanchú o Astún. Aunque en algunos casos también quedaron sepultados esquiadores, todos pudieron ser salvados a tiempo.


Los aludes de ayer se deben a los mantos inestables que se han formado por las nevadas de los últimos días, que unidos a la subida de las temperaturas, hacen que la nieve se desprenda con facilidad. El riesgo es fuerte (4 en una escala de 5) en el Pirineo oscense.


Estas precipitaciones también han permitido aumentar hasta en 50 centímetros los espesores en las estaciones de esquí, con lo que algunas, como Formigal y Panticosa, superan los dos metros.