HUESCA

El planetario comenzará a construirse este verano en Walqa

Con 1.500 metros y un coste de 3 millones, será el primer observatorio de Aragón. La DGA ha calculado que recibirá 15.000 visitantes al año tras la inauguración en 2011.

El planetario comenzará a construirse este verano en Walqa
El planetario comenzará a construirse este verano en Walqa
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Huesca quiere convertirse en un punto de referencia para conocer el firmamento. El primer planetario y observatorio astronómico de Aragón comenzará a construirse este verano en el Parque Tecnológico Walqa, según las previsiones del Departamento de Industria, Comercio y Turismo del Gobierno de Aragón que levantará el espacio. Una bóveda interior para observar las estrellas, la posibilidad de ver cine en tres dimensiones, una plaza exterior para actividades al aire libre... son algunas de las posibilidades de este centro que espera recibir 15.000 visitantes al año. Las obras pueden estar acabadas en un año y la inauguración está prevista en 2011.

 

Este proyecto está concebido para convertirse en un centro de atracción turística para la capital oscense. Pero también se dotará de contenido para aunar la divulgación con la investigación. Por ello, no solo dispondrá de un planetario con platea para 66 usuarios desde el que se simularán viajes por otras las galaxias, sino que tendrá una pantalla en forma de cúpula semiesférica de 10 metros de diámetro, un observatorio astronómico y espacio para exposiciones y talleres. Además, será importante el espacio exterior, preparado para hacer observaciones u otro tipo de actividades al aire libre.

 

Son los usos con los que soñaron los miembros de la Agrupación Astronómica de Huesca, que ya firmaron en 2007 el convenio con el Gobierno de Aragón para sacar adelante esta ilusión que les ayudará en su actividad. Su presidente, Alberto Solanes, asegura que están muy satisfechos "con el ritmo que lleva el proyecto".

 

El edificio será como un gran ojo que mira al espacio, como un telescopio o catalejo. El objetivo, según expone el arquitecto que lo ha diseñado, Juan Ignacio Lacarte, es que a través de sus formas, materiales y textura, se provoquen sensaciones en el visitante que lo identifiquen con su finalidad. Ese gran ojo, para el que se han utilizado referencias de la arquitectura aeronáutica y aeroespacial, mira hacia al autovía de Huesca (A-23) desde donde se identificará perfectamente, ya que estará situado detrás del Félix de Azara.

 

El proyecto del edificio, cuyo boceto se presentó el 17 de junio de 2009 en Walqa, ya está redactado con una inversión de 1,9 millones de euros. A esta cantidad, hay que sumar el coste de 500.000 euros de la parcela y la misma cantidad para los equipamientos, lo que supone un total de 3 millones de euros. Según explican desde Industria del Gobierno de Aragón, las obras se licitarán esta primavera para adjudicarlas rápidamente y que los trabajos comiencen en verano. El coste del planetario lo asume en su totalidad el Instituto Aragonés de Fomento, pero buscará vías de financiación.

 

Lo que todavía no se ha definido es la fórmula que elegirá el Gobierno de Aragón para la gestión de este espacio. No obstante, aseguran que se dará protagonismo a la Agrupación Astronómica de Huesca para dotar al espacio de contenido.

Los espacios del centro

El edificio, que se ajusta a la parcela en pendiente (5.347 metros cuadrados), tiene 1.527 metros de superficie construida, que gira en torno a un espacio abovedado central (sala de exposición y acceso). Las dos fachadas son acristaladas y de ellas emerge la esfera del planetario. En sus laterales, se abren otras dependencias como aulas, talleres, espacios para la administración... Por la pendiente del terreno, estos espacios quedan enterrados, por lo que la parte abovedada se muestra limpia y relacionada directamente con la plaza exterior de la parte delantera y el graderío de la zona trasera.

 

Con el objetivo de que el espacio sea lo más versátil posible, la esfera del planetario tendrá una imagen de globo terráqueo formado por unos metacrilatos en su cara interna con la intención de que en un futuro pudiera retroproyectarse y dar luz propia al espacio de proyecciones.