HUESCA

Vecinos, hosteleros y comerciantes denuncian el deterioro de los Porches

El desprendimiento de la moldura de una fachada revela el mal estado de esta transitada y céntrica vía de Huesca, con paredes desconchadas, mala iluminación y toldos rotos

Los desconchones en la pintura de las columnas evidencian el deterioro.
Vecinos, hosteleros y comerciantes denuncian el deterioro de los Porches
rafael gobantes

HUESCA. Molduras desprendidas, desconchados en las fachadas, grietas, farolas sucias y toldos rotos. Este es el panorama que ofrecen los Porches de Galicia, una de las vías más transitadas de Huesca, que enlaza los dos Cosos y la plaza de Navarra, donde el pasado jueves se desprendió un trozo de fachada.

Todo quedó en un susto, ya que afortunadamente no pasaba nadie por debajo -cerca hay una parada de autobús-, y aunque se trató de un incidente menor, la caída de una moldura de escayola, obligó a intervenir a los Bomberos y a la Policía, con la consiguiente alarma para los viandantes y para quienes residen y tienen negocios bajo estos soportales del centro de la ciudad. Propietarios, comerciantes y hosteleros restan importancia al suceso, fue "poca cosa", afirman, pero lamentan la "mala imagen" que ofrecen los Porches de Galicia a vecinos y visitantes porque el Ayuntamiento "los tiene totalmente descuidados".

El desprendimiento ocurrió en el número 5. Tras la intervención de los Bomberos, la vía volvió a quedar abierta al paso y sigue sin restricciones. El desconchón que ha quedado no es el único visible en los pórticos, donde faltan pequeñas partes del enlucido y algunas molduras de las columnas. Es evidente también que necesitan una capa de pintura, y el mobiliario urbano deja mucho que desear, empezando por los toldos.

Bajo las arcadas hay comercios y bares, y en verano y primavera, con las terrazas, además de ser lugar de paso se convierte en punto de encuentro. El dueño del bar Puerto Rico, Pepe Almazán, se queja de que "los toldos están rotos, llenos de agujeros", aunque ahora no se ven porque están plegados. Pide al Ayuntamiento que adecente la vía, "es el centro de Huesca", y recuerda que "pagamos mucho por los veladores".

Una opinión que comparte Virgilio Gonzalvo, dueño de la Papelería Santiago, para quien ayer era el último día de trabajo después de 50 años porque acaba de traspasar el negocio por jubilación. "Es denigrante que una zona tan céntrica esté tan abandonada, sucia y mal pintada, da mala imagen". También se queja de la iluminación. Si los comercios apagaran sus luces, "sería una cueva".

Los residentes se suman a la petición de arreglar los soportales. Las fachadas son propiedad privada, pero el espacio interior de los porches es una vía pública, aclara Jesús Ortiz, uno de los propietarios del número 3, que se arregló hace 5 o 6 años. "Repasamos los aleros, las canaleras y sujetamos la fachada. El número 1, el del bar Rugaca, también lo arreglaron hace poco. Lo que haga el resto de propietarios es cosa de cada uno". A su juicio, las fachadas se ven en buen estado, no así las columnas y la parte interior, responsabilidad del Ayuntamiento, "que dan auténtica pena". Continuamente, añade, se desprenden planchas de pintura, sobre todo en los últimos días con la lluvia.

Una de las causas que podría explicar la caída de la moldura es precisamente la lluvia, que unida al hielo la desprendió de la fachada. Un incidente similar ocurrió el 6 de enero en la Travesía de Valdés, la calle paralela, donde aún hay una zona vallada. De momento, el Ayuntamiento no ha dado explicaciones ni sobre las causas ni sobre las medidas a adoptar.