SANTIAGO SERENA, PRESIDENTE DE LA AUDIENCIA DE HUESCA

"Salvo por las cámaras de televisión, el de Fago fue un juicio más"

Analiza la previsible creación este año de tres nuevos órganos en Huesca, Fraga y Barbastro y, por primera vez, habla sobre cómo vivió el juicio de Fago.

Serena, en la imagen en su despacho de la Audiencia, lleva más de 30 años en la carrera judicial
"Salvo por las cámaras de televisión, el de Fago fue un juicio más"
R. GOBANTES

El 2009 se recordará sin duda por la celebración del juicio de Fago, el más mediático de la historia judicial aragonesa. ¿Cómo lo vivió como presidente del tribunal que juzgó y condenó al guarda forestal Santiago Mainar?

Desde el punto de vista jurídico, fue como cualquier otro juicio e incluso menos complicado que otros con más acusados y delitos. La repercusión mediática fue un añadido, pero salvo por las cámaras y por la perplejidad de ver a tantos medios, fue un juicio más.

 

Ahora que ya ha terminado el juicio, puede hablar de cómo se gestó la organización. ¿Qué pesó más a la hora de decidir que se celebrara en la Audiencia?

La Audiencia tenía que estar en su sede natural, el edificio de la calle de Moya, y la presión mediática debía de adaptarse a nuestras circunstancias, no al contrario.

 

Pero se llegó a plantear llevarlo al Palacio de Congresos de Huesca.

Sí que se comentó la posibilidad pero nosotros dijimos que tenía que hacerse en la Audiencia porque es lo que requería el juicio.

 

Al final fue una decisión alabada por los medios nacionales que llegaron a Huesca.

Más allá de decidir mantenernos en nuestra sede, en eso tuvimos un apoyo directo y muy eficaz del gabinete de prensa del Tribunal Superior de Justicia de Aragón y el apoyo moral del presidente.

 

Un juicio mediático y un montaje gravoso.

Desde luego el pabellón de prensa no fue barato. Y luego hubo costes añadidos que no se pueden calcular porque el Ayuntamiento cedió gratuitamente la plaza y tampoco cobró a los medios por ocuparla, hubo un despliegue muy importante de seguridad...

 

La única polémica con los medios fueron las imágenes en directo que algunas televisiones y páginas web emitieron el primer día, con la declaración íntegra de Santiago Mainar.

Cuando nos lo dijeron, se decidió prohibir la emisión. El testimonio del acusado se emitió de cara porque antes de que fuera imputado ya había hablado en muchos medios y era conocido, pero los testigos y peritos aparecieron de espaldas porque podían sentirse cohibidos ante una cámara y por problemas de seguridad. Tampoco se podía emitir en directo porque la ley exige que estén incomunicados para que no sepan las preguntas que les van a hacer.

 

¿Cree que habría sido difícil encontrar un jurado si no lo hubiera juzgado un tribunal profesional?

Quizá podría haber sido una tarea más laboriosa, pero a base de sorteos se hubiera formado.

 

Lo decía porque mucha gente parecía tener ya una opinión sobre la culpabilidad o no de Mainar antes de que empezara el juicio.

Eso ya es otra cuestión que no se contempla en la ley.

 

Con relación a la situación de la Justicia en Huesca, el consejero Silva logró a final de año un compromiso del Ministerio para crear tres nuevos juzgados en la provincia, un buen regalo de Reyes.

De momento seguimos igual, aunque es cierto que el consejero, tras una reunión que mantuvo en Madrid con otros consejeros y con el ministro, anunció que iban a crearse este año el número 2 de Fraga, el número 2 de Barbastro y el número 5 de Huesca. Con este último no contábamos que fuera tan inminente porque habían asignado en principio menos plazas para Aragón. De todas formas, el decreto todavía no está firmado y por tanto hay que ser precavidos, no vaya a ser que al final se vayan a otra ciudad.

 

¿Tienen espacio para este nuevo juzgado en Huesca? Porque el cuarto, que se creó en 2008, ya se encajó casi con calzador.

Siempre habrá un espacio porque lo buscaremos, aunque en los dos edificios que tenemos no creo que quepa. El del los juzgados del Coso está agotado y el de la Audiencia Provincial también. De todas formas, no estudiaremos el problema hasta que se cree.

 

La solución ideal sería tener ya el nuevo Palacio de Justicia que se va a construir al sur de la ciudad.

Lo único que sabemos es que la consejería y sus arquitectos hicieron ya un anteproyecto y que luego sacó a concurso la redacción definitiva pero no sé en qué condiciones ni con qué estructura final. Más allá de esto, no hemos tenido más noticias.

 

En el caso de los nuevos juzgados de Fraga y Barbastro, ¿también hay problemas de espacio?

No, en absoluto. En Fraga, se está construyendo el nuevo edificio que está previsto que finalice para primavera y el proyecto que hizo el ministerio y que luego desarrolló y completó la consejería ya venían previsto para dos juzgados y ampliaciones. En Barbastro tampoco habría problemas porque cuando se inauguró el edificio en 1985 existían un juzgado de instrucción y otro de distrito que luego desapareció pero el espacio está allí. No obstante, sí que habría que hacer algunas obras menores para facilitar el acceso a minusválidos, adaptar alguna sala, de mantenimiento... pero poco más.

 

¿Han notado mejoras importantes desde que el Gobierno de Aragón asumió las transferencias de Justicia en 2008?

La labor de mantenimiento de los edificios es correcta y sigue en la misma línea que con el ministerio. Ahora están acabando de sustituir los sistemas de grabación de las vistas (DVD por VHS) y casi todo los ordenadores son nuevos. Además, hay más proximidad lo cual hace más fácil la comunicación con los responsables para decirles cuáles son tus necesidades y problemas. Pero tampoco ha habido creación de órganos.

 

¿Cree que las gestiones van más rápidas en Zaragoza que en la provincia de Huesca?

No, porque ahora van a aprovechar un espacio en el Coso para la Audiencia de Zaragoza y el Tribunal Superior de Justicia de Aragón y eso ya se viene oyendo desde hace 15 años. Solo se puede achacar a la consejería lo que ha hecho en estos dos años, y en este período tampoco creo que las cosas vayan más deprisa pero tampoco más despacio que antes.