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Astún y Candanchú invierten tres millones para la nueva temporada

Algo más de tres millones de euros invertirán las cinco estaciones altoaragonesas para mejorar sus instalaciones de cara a la próxima temporada. Astún, con dos millones de euros, es la que más se ha volcado este año en modernizar su complejo; seguida de Candanchú, que con cerca de un millón en gastos, está cambiando todo el sistema informático de control de remontes y pistas. El grupo Aramón, propietario de Formigal, Panticosa y Cerler, centra sus esfuerzos en ampliar las estaciones turolenses, aunque también realiza obras de mantenimiento en los tres centros pirenaicos.


Crear una nueva zona de debutantes a pie de pistas y mejorar la red de innivación con la creación de una nueva balsa son los dos grandes proyectos en los que trabaja Astún. Aunque no son las únicas mejoras que presentará en la nueva temporada de esquí, ya que además ha asfaltado el parquin. En estos proyectos, según relató el director comercial del complejo deportivo, Andrés Pita, se van a invertir alrededor de dos millones de euros.


"Queríamos que la zona específica de debutantes estuviera junto al parquin", informó Pita, quien añadió que hasta ahora los remontes para los principiantes estaban en Prado Blanco, en cota 2.000, y para llegar a ella era preciso coger un telesilla. "Eso nos planteaba algunos problemas", expuso. Por eso se está habilitando un terreno con innivación artificial cercano al aparcamiento y junto a la antigua silla de Manantiales, en desuso en las últimas temporadas. Esta instalación volverá a funcionar y junto a ella se colocarán dos cintas nuevas que complementarán a la que ya existía en esta parte baja de la estación. Una de ellas tendrá 125 metros de longitud, mientras que la segunda se queda en 100. Ambas tienen capacidad para 1.400 esquiadores a la hora y permitirán a la estación abrir parcialmente incluso en días de viento, ya que no afectará a estos remontes.


La otra obra en la que está inmerso el centro jacetano es la creación de una balsa de 48.301 metros cúbicos de capacidad para mejorar la fabricación de nieve artificial, que hasta ahora se extiende por unos 5,5 kilómetros, entre 19 y 20 hectáreas. Estos trabajos, explicó Pita, se hacen sobre todo "con vista al futuro, antes de extender la innivación a otras zonas de la estación", proyecto que pretenden acometer a partir de la próxima temporada. Cabe apuntar que la construcción de este estanque y su conexión a la actual red de cañones lo financia el Gobierno aragonés como compensación a los perjuicios económicos derivados de la suspensión del plan parcial de urbanización de los terrenos situados al pie de la estación. En total, la DGA invertirá 9,6 millones durante los próximos cinco años en diversas mejoras para el complejo turístico.


Un skidata más moderno

La inversión más potente de Candanchú se centra en cambiar los sistemas informáticos y de control de remontes y pistas, más conocidos como skidata. Pero también, informó su director Eduardo Roldán, acometen la mejora de la instalación del circuito de fondo, se está construyendo un garaje para máquinas del servicio de pistas en la parte alta del Tobazo y trabajan en temas generales de inspección, mantenimiento y revisión de instalaciones. "Preparamos con ilusión y ganas la nueva temporada", incidió Roldán.


En total, las obras costarán cerca de un millón de euros, un gasto bastante elevado si se compara con el de los últimos, como reconoció Roldán: "Tal vez este año hayamos reforzado la inversión y pongamos más energía en sacar adelante el invierno por las circunstancias en las que estamos de crisis global y dificultades económicas".


Aramón, por su parte, aseguró que no tienen ninguna actuación destacable en las estaciones del Pirineo y que las novedades de estas las presentarán a principios de temporada.