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Ontiñena ha recibido más de 2.000 solicitudes para trabajar en Gran Scala

Oficiales y peones de la construcción, electricistas, fontaneros, camareros... más de 2.000 empresas y particulares han presentado ya su currículo en el Ayuntamiento de Ontiñena para trabajar en Gran Scala. Aunque la Ley de Centros de Ocio de Alta Capacidad es reciente y el proyecto todavía no se ha presentado, muchos trabajadores tienen prisa por no quedarse fuera de este gran complejo que se ha planteado levantar en la citada localidad del Bajo Cinca.


El alcalde de Ontiñena, Ángel Torres, detalló que solo por la parte de las empresas ya hay más de 300 candidatos, principalmente del sector de la construcción y del inmobiliario. "Y podría haber muchas más, porque a mucha gente conocida de la comarca ya les digo que no es necesario que se presenten porque, si esto sale adelante, tendrán prioridad", afirma. En este sentido, en la presentación del proyecto en el pueblo, los promotores ya informaron de querían contar con personal del entorno. Sin embargo, todavía no se ha activado la bolsa de empleo que dijeron que se abriría en junio a través de la web de uno de los socios, Europtima.


"Hay más hombres que mujeres -detalla Torres- porque la mayoría son de la construcción. También hay muchos extranjeros que ya viven en la zona y que se han quedado sin trabajo". Por otro lado, de las comarcas próximas cuyas asociaciones de empresarios ya han mostrado su apoyo al proyecto, también han recibido muchas candidaturas.


En el pueblo, Gran Scala se ha convertido en una esperanza de futuro para los jóvenes que no quieren alejarse de Ontiñena. Yoel Zanuy, de 19 años, es uno de los vecinos que ha elegido seguir en casa donde, tras el parón de la construcción, las opciones laborales se reducen al empleo en granjas y poco más. "Si tuviera un trabajo cerca de aquí, me quedaría porque la tranquilidad de un pueblo no se paga con dinero", justifica. Ahora, trabaja de limpieza en el Ayuntamiento pero no despreciaría cualquier oportunidad que surgiera con el proyecto.


Aunque Manolo Cregenzán no necesita trabajo, las posibilidades laborales que pueda abrir Gran Scala las contempla como una opción para que sus hijos, que trabajan fuera, puedan regresar al pueblo. "Nosotros tenemos la ilusión de que Gran Scala permita a mis hijos volver", apunta. No obstante, él ya está implicado en el proyecto porque ya firmó la opción de compra en febrero.


Ahora, hay una veintena de particulares, que ya esperaban poder firmar el pasado mes de junio, a la espera de comprometer unas 300 hectáreas más. Sin embargo, todavía no se ha fijado la fecha. Esta semana fuentes de la promotora ILD apuntaron que habrá que esperar al próximo mes de septiembre. No obstante, la firma es clave para conseguir el porcentaje de terrenos disponibles que exige la nueva ley.