La Guardia Civil ha ampliado la zona de búsqueda de la senderista desparecida el pasado domingo, día 12 de julio, en una pista forestal del término municipal de Colungo (Huesca), en la Sierra de Guara, y ha aumentado el número de efectivos que participan en las labores de rastreo y que en estos momentos se eleva a 30, según informaron fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Huesca.

La mujer, de 48 años y nacionalidad belga, desapareció el pasado domingo en la pista forestal de La Cunarda, cuando practicaba senderismo en compañía de su familia. Mientras realizaban la ruta, la mujer comunicó a su marido y sus hijos que se encontraba indispuesta y que desistía de continuar la ruta. Entonces, su esposo le informó sobre el itinerario a seguir para volver a Colungo. A partir de allí, nadie ha vuelto a tener noticias de la mujer.

El alcalde de Colungo, Jorge Rubiella, confirmó aque el marido y los dos hijos de la desaparecida, de 12 y 15 años, todavía se encuentran en la localidad, donde están participado en las tareas de búsqueda junto a los efectivos de la Guardia Civil y varios vecinos voluntarios de la zona.

Hasta el momento se baraja la hipótesis de que la mujer perdiera el conocimiento debido al calor que hacía aquel día, 40 grados. Esta posibilidad se ve reforzada por el hecho de que la montañera no llevaba agua cuando se despidió de su familia y comenzó el trayecto de vuelta al pueblo.

La semana pasada fue hallada con vida una mujer francesa que permaneció perdida durante once días en la zona de Ordesa. Sin embargo, según apuntaron desde la Subdelegación del Gobierno en Huesca, la situación de ahora es diferente porque en la zona donde se ha extraviado la mujer belga no hay tanta agua como en Ordesa, y además, las temperaturas son mucho más elevadas.

La zona donde fue vista la mujer por última vez ha sido rastreada varias veces, por lo que los agentes encargados de coordinar las labores de búsqueda, han ampliado el área de rastreo. Voluntarios y efectivos de la Benemérita han peinado la pista de La Curnada varias veces y han recorrido todos los barrancos, apoyados por perros adiestrados, sin obtener resultados. La senderista vestía un pantalón corto, una camiseta roja y calzado de montaña.