El obispo de Huesca iniciará de forma inmediata los contactos para conseguir que las tres obras de arte de las parroquias de Berbegal y Peralta de Alcofea que se encuentran en depósito “y no como propiedad” en el Museo de Lérida vuelvan “cuanto antes” a sus lugares de origen. Así lo expresó ayer Jesús Sanz tras una reunión informativa con los alcaldes de estos municipios, Miguel Ángel Puyuelo (CHA) y Obdulia Gracia (PP), respectivamente, aunque no dio plazos concretos para la reclamación. En el encuentro, que transcurrió en un tono “realmente cordial”, dijo Sanz, les comunicó su intención de reclamar las piezas (el frontal de El Salvador de Berbegal, la tabla de San Pedro de Peralta y la portada de la iglesia del núcleo de El Tormillo) “no por la vía civil -como pretendían los ayuntamientos y las propias parroquias- sino por la vía propia, la eclesiástica”.

“Como paralelamente hay un litigio que afecta a bienes de la diócesis de Barbastro, quiero iniciar una serie de contactos con varias instancias -explicó el obispo sin concretar más- que me puedan informar de su resolución”. “Con esa respuesta haré un calendario y si la fecha que me dan es razonable, puedo esperar a que se ejecute el retorno e iniciar por las mismas razones, y alguna más, la petición de nuestros bienes”, añadió. En cambio, “si se demorase en exceso la resolución, yo sí pondría fecha a la reclamación oficial que haría”.

Sanz, quien reconoció que aún no se ha entrevistado por este tema con su homólogo de Lérida, Joan Piris, agradeció “la colaboración y el interés” de los municipios implicados, a los que se comprometió a informar periódicamente de sus gestiones, al tiempo que les pidió “serenidad y que no haya presiones ajenas de ningún tipo, para poder trabajar con eficacia”.

Los alcaldes habían pedido que los bienes, una vez devueltos, regresen a su ubicación original, una petición bien acogida por el obispo, “si se garantiza la seguridad”.

Por su parte, Puyuelo y Gracia se mostraron “muy satisfechos” con el resultado de la reunión, a la que también asistieron el vicario general de la diócesis oscense, José Antonio Satué, y el abogado que asesora a los ayuntamientos en este asunto, Jorge Español.