La fiscal rebaja a 15 años la petición para el principal acusado por la riña de Carnaval

El juicio por la reyerta ocurrida en Huesca la noche de Carnaval de este año, en la que resultaron heridos seis jóvenes españoles por cortes con botellas de cristal rotas, quedó ayer visto para sentencia en el Juzgado de lo Penal. La fiscal, que había solicitado penas que sumaban 21 años de prisión para el principal acusado -Mohamed E. M., de nacionalidad marroquí y que cumplió 18 años justo el día de los hechos-, rebajó finalmente su petición a 15 años y 7 meses como autor de cinco delitos de lesiones con instrumento peligroso -uno menos de los que le imputó al principio- y otro más de participación en riña.


Lo que no modificó fue su petición para Moktar E. M., de 25 años y hermano del anterior, que se enfrentará a 2 años de prisión por un delito de resistencia y 7 meses más por otro de participación en riña. Su solicitud de pena para el tercer imputado marroquí, Abdelilah M., también se redujo finalmente a 4 meses de prisión por un delito de participación en riña, lo cual fue aceptado por su abogada.


En cuanto a los jóvenes españoles imputados, la fiscal retiró los cargos a cuatro de ellos y redujo su solicitud a otros dos (José Antonio L. P. y Óscar P.), para los que ahora pide multas de 240 euros por sendas faltas de lesiones.


Por su parte, las acusaciones particulares solicitaron para Mohamed E. M. penas de 3 a 5 años de prisión. La defensa, por último, pidió la libre absolución del principal acusado o subsidiariamente una condena máxima de 2 años por tres delitos de lesiones.


La segunda jornada del juicio se inició con más de dos horas de retraso después de que el juzgado olvidara comunicar a la macro cárcel de Zuera que debía trasladar ayer al acusado a Huesca (está en prisión preventiva desde el día siguiente a los hechos).


Una vez iniciada la vista, declararon una quincena de testigos, casi todos ellos amigos de los imputados o de los acusados, que dieron versiones diferentes y confusas sobre los hechos ocurridos en la madrugada del pasado 3 de febrero en la zona del Tubo de Huesca. Tres testigos prestaron declaración detrás de un biombo para preservar su identidad.


"No sé por qué no está aquí"

De todos los testimonios, el más llamativo fue el de un amigo de las víctimas al asegurar que uno de los presuntos agresores que usó botellas para herir a sus compañeros no estaba en el banquillo de los acusados sino fuera de la sala esperando a declarar como testigo. "No me explico por qué no está aquí dentro -en referencia a la sala de vistas-. Yo le identifiqué en la rueda de reconocimiento como el que golpeó con una botella rota a dos amigos míos", señaló.


Otro testigo -hermano de Antonio José L. P.- manifestó que Mohamed E. M. golpeó a su hermano en la cabeza pero que el corte que recibió este último en la mejilla con una botella de cristal también fue causado por el mismo marroquí citado como testigo. En este sentido, aclaró que no lo dijo en su día "porque me amenazó con que o me iba o me rajaba".


Ante esta revelación, la juez anunció que se abrirá una investigación para determinar la posible responsabilidad en los hechos de este joven marroquí, tío de los dos hermanos imputados. Cuando entró en la sala a testificar, la titular del Juzgado de lo Penal le informó de que varios testigos le habían identificado como autor de algunas agresiones y que por ello tenía derecho a negarse a declarar e incluso a no decir la verdad. También prohibió a la fiscal y a los abogados que le hicieran preguntas incriminatorias sobre su actuación aquella noche al no estar asistido por ningún letrado.


Pese a estas acusaciones, el joven aseguró que esa noche no pudo participar en la riña porque no salió de su casa. "Si me han reconocido, se han confundido", dijo.


Fuentes judiciales indicaron a este respecto que este joven marroquí fue imputado durante la instrucción del caso pero que finalmente el juez no le procesó.


¿Un error por el parecido físico?

En el turno de conclusiones, la fiscal reconoció que la prueba testifical había revelado "errores" en las ruedas de reconocimiento, algo que atribuyó al parecido entre Mohamed E. M. y el otro joven marroquí. El abogado del principal acusado negó tal semejanza física y subrayó que su cliente no era culpable de esas agresiones. "Mohamed siempre mantuvo que hubo otros tres marroquíes del centro de menores en la pelea pero la Policía no lo investigó", dijo.