HUESCA

La Cartuja de Monegros se hunde mientras se estancan las negociaciones con los propietarios

El tejado del campanario está destrozado y la humedad se ceba con las pinturas de fray Bayeu. Apudepa denuncia la situación y propone crear en el recinto un Centro Aragonés del Paisaje

Ya ha pasado un año desde la reivindicativa celebración del V centenario de La Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes, en la que agentes políticos y sociales de Los Monegros, reunidos en este enclave, solicitaron su urgente rehabilitación. Sin embargo, el monasterio, ubicado en el término municipal de Sariñena y declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en el año 2001, sigue acumulando maleza y cada vez es más evidente, entre otros desperfectos, el hundimiento del chapitel de su torre campanario.


Coincidiendo con el V centenario, el Gobierno de Aragón aseguró haber abierto un proceso de negociación con los legítimos dueños de La Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes, que tenía como objeto obtener la propiedad de la misma y fomentar la rehabilitación del inmueble. No obstante, un año después, las conversaciones que dijo haber entablado la Diputación General de Aragón se encuentran en punto muerto y "no se han producido avances", tal y como confirmaron fuentes de Patrimonio. Las hermanas Bastarás son las herederas de la propiedad que pertenece a su familia desde 1896, y que gestiona un administrador de Lanaja.


En el interior, las pinturas murales de Fray Manuel Bayeu, cuñado de Goya, reflejan la falta de labores de conservación y acusan las filtraciones del edificio, que constituye una de las tres únicas cartujas que todavía existen en Aragón. La lonja o atrio de entrada evidencia un total abandono del monumento y, además, antes de acceder a la iglesia, existe un vallado exterior en el que todavía hoy se encierra al ganado, a pesar de la señal que prohibe la entrada de animales en el recinto sobre el que pesa una figura de protección patrimonial.


Es por todos estos motivos por los que la Asociación de Acción Pública para la Defensa del Patrimonio Aragonés (Apudepa) ha vuelto a alertar del "lamentable" estado del enclave y solicitan una intervención "inmediata". Además, la agrupación recuerda al Gobierno aragonés que "tiene una responsabilidad directa ante un monumento declarado BIC" y que, de acuerdo a la Ley del Patrimonio Cultural Aragonés, tiene la obligación de "garantizar la conservación de estos inmuebles obligando incluso a sus propietarios a ejecutar las obras de conservación y recuperación que sean necesarias", tal y como manifiesta uno de los integrantes de este colectivo, Carlos Bitrián. En su opinión, la situación es "vergonzosa" y por ello, se debe actuar de forma rápida y, al mismo tiempo, "respetuosa" con las características arquitectónicas y el uso original del enclave.


No al Parador Nacional


Apudepa propone la "conservación" y "restauración" de La Cartuja, así como su transformación en un Centro Aragonés del Paisaje. Una propuesta que el colectivo tiene previsto remitir al Gobierno de Aragón y al Centro de Arte y Naturaleza (CDAN), ya que consideran que "deberían coordinar sus acciones con el objetivo de crear un lugar de reflexión, reunión y debate en torno al paisaje aragonés", apunta Bitrián. En su opinión, esta iniciativa es "coherente con el lugar, ya que Los Monegros conforman un territorio único y singular, que debería explicarse a través de un centro de interpretación y, al mismo tiempo, completarse con el desarrollo de conferencias, congresos y actividades".


Del mismo modo, la propuesta se presenta como una alternativa al proyecto de Parador Nacional, que defiende la Comarca de Los Monegros y que volvió a ser reivindicado durante el V centenario de La Cartuja. Apudepa considera que la iniciativa comarcal es "demasiado recurrente", "limita el disfrute del espacio a un sector muy concreto de la población" y además, resulta "incompatible" con el uso original del edificio, en el que deben perpetuar conceptos como "la sencillez, la austeridad o el recogimiento".


En la actualidad, La Cartuja de Las Fuentes, que fue fundada en 1507 por los condes de Sástago, puede ser visitada los domingos entre las 9.00 y las 12.00 en virtud del convenio existente entre los propietarios y la consejería de Turismo del Gobierno de Aragón.