Un pacto con la ciudad es lo que reclama la Asociación de Entidades Locales del Pirineo Aragonés (Adelpa) para compensar a la montaña por su condición de territorio que cede recursos no solo hídricos y energéticos como se defendía hasta ahora sino también naturales. La ciudad es consumidora de recursos de la montaña y eso hay que equilibrarlo.

Bajo esta premisa, la X Asamblea General de Adelpa, que se reunió ayer en Boltaña, aprobó un documento político para reclamar lo que llaman el 'Pacto ciudad-montaña en Aragón'. La ejecutiva también habló del nuevo proyecto de la línea de alta tensión de Red Eléctrica de España que estos días han recibido en 76 municipios afectados, puesto que se ha abierto un plazo de alegaciones de un mes. Según explica Miguel Gracia, vicepresidente de la Diputación en representación de Adelpa, esperarán al fin del periodo para pronunciarse.

El acuerdo de ayer es un paso adelante más, según explicaban ayer desde la ejecutiva, en la definición de la filosofía de la entidad que se pronunció con la 'Declaración de Boltaña' en 1995, en la que ya demandaban una política de compensación de afecciones y de asentamiento poblacional. El siguiente hito fue la 'Ponencia Hidráulica', en 2001, en la que se pedía el reconocimiento de las zonas de generación y regulación del agua como "zonas cedentes". Por último, llegó en 2005 el 'Manifiesto del Pirineo', con el que se reivindicó la condición de "territorio cedente".

Ahora, se califica a la ciudad como "esencial consumidora de recursos" que no produce, como el agua, la energía y los espacios naturales. La montaña se define como "cedente obligada de los recursos". Por ello, creen que ya ha llegado el momento de hablar del interés general y de "equilibrar la relación ciudad-montaña".

"Queremos ser reconocidos como Territorios de Regulación y Cedentes mediante la creación de Fondos de Restitución Territorial, tanto para la compensación de las consecuencias de las obras hidráulicas como de las protecciones ambientales. Ambos fondos, el primero estatal y el segundo autonómico, deben poner las bases del pretendido 'Pacto ciudad-montaña'. La gestión de los espacios naturales exige un fondo propio capaz", recoge el documento.