HUESCA

Las zonas sin cobertura de móvil en el Pirineo impiden recurrir al 112

La falta de señal acarrea retrasos en la atención a los montañeros accidentados. Ante las denuncias de los agentes de Medio Ambiente por la colocación de antenas, las operadoras prefieren no buscar alternativas.

Un joven catalán tuvo que andar casi dos horas para avisar a los equipos de socorro de que uno de sus amigos había sufrido una caída mortal en la arista de Rubach, en Sallent. Fue el domingo 24 de agosto y no encontró cobertura hasta que llegó al refugio de Respomuso. Diez días antes, un montañero vasco había permanecido suspendido dos horas a más de 200 metros del suelo en Ordesa. El estaba en un lado de la cordada y, al otro, su compañero fallecido. Alguien los vio, pero tuvo que andar un largo trecho para dar el aviso.


No son casos aislados. Protección Civil asegura que no dispone de un mapa con las zonas de sombra, pero la realidad es que un alto porcentaje de la provincia de Huesca no dispone de ningún tipo de cobertura móvil y, por lo tanto, tampoco del 112, teléfono de emergencias al que se puede llamar siempre y cuando haya señal de alguna compañía, aunque no sea la propia. El problema se ceba en la montaña, uno de los grandes atractivos del Alto Aragón, un territorio en el que el pasado año se efectuaron 314 rescates. Zuriza, la Selva de Oza, el valle de Aguas Tuertas, el circo de Piedrafita, el valle de Ordesa, el cañón de Añisclo y Pineta son tan solo un pequeño ejemplo. Nadie discute de que la orografía pirenaica es complicada y que no puede sembrarse el Pirineo de antenas para que haya cobertura, pero ¿ni para llamar a emergencias?


"Fue frustrante"

"Qué es más importante, ¿la rentabilidad de una empresa o una vida humana?", se pregunta Enrique Rodríguez, que días atrás corrió en Ordesa para alertar a los equipos de socorro de un accidente. "Iba paseando por la Faja Racón y me encontré a una pareja que venía en sentido contrario: me contaron que dos hombres que estaban escalando en la vía Misóginos tenían problemas y les habían pedido que alertaran al 112. Pero no podían llamar, no había nada de cobertura. En mi teléfono, tampoco", relata Rodríguez. "Fui probando mientras bajaba corriendo hasta la pradera, pero nada". Desde allí, los guardas del parque alertaron a los agentes de la Guardia Civil.


Para él, la experiencia fue "frustrante". Y más si se tiene en cuenta que el pasado verano sí había cobertura. Una antena, situada fuera del parque, en el collado del Cebollar, facilitaba la señal. Pero, al estar en sitio tan alto y no haber luz, utilizaban un motor de gasoil para ello. Fue denunciado por los agentes ambientales. Lo mismo ocurrió en Hecho, en el acceso a Oza, donde la multa del Seprona obligó a retirar un repetidor similar que daba cobertura a gran parte del valle y muchos puertos ganaderos.


"Una simple llamada, desde el lugar del accidente, hubiera agilizado en dos horas el rescate", asegura Rodríguez, quien se muestra más que enfadado con "la filosofía de las empresas telefónicas".


De la misma opinión se muestra el alcalde de la turística localidad de Torla, Miguel Villacampa. "El problema reside en el suministro eléctrico. Donde llega la línea, bien, pero donde no, instalan un grupo electrógeno. Y se rinden a la primera de cambio. Al más mínimo problema -refiriéndose a la denuncia-, en lugar de buscar planteamientos alternativos, se van". "Tienen poca voluntad en solucionarlo" y la muestra es que este año no ha funcionado, no han buscado una alternativa al depósito de combustible o, la que hay, subir la luz, les parece cara. "Tal vez no sea rentable económicamente, pero sí socialmente", apunta Villacampa, para quien es "imprescindible" que vuelva a funcionar la antena del Cebollar, que daba cobertura "a todo el valle de Ordesa y a Bujaruelo". No duda en afirmar que a Ordesa acceden 1.800 personas diarias y, en Bujaruelo, algo similar. Además, revela que "cada vez se ve a más gente que va sola al monte".


Dado el poco interés de las operadoras -que además no tienen obligación de dar cobertura a todo el territorio- insiste en que la propia administración o incluso el Parque "deberían presionar".