HUESCA

Los pescadores del río Gállego piden a la DGA que actúe para evitar nuevas mortandades

Solicitarán entrevistarse con Alfredo Boné y con responsables de la Confederación. En el Cinca, a su paso por Monzón, también han aparecido 600 peces muertos.

Los pescadores del coto de Santa Quiteria están indignados por las continuas mortandades de peces que se registran en el tramo del río Gállego comprendido entre Sabiñánigo y el embalse de La Peña, por lo que exigirán al Departamento de Medio Ambiente del Gobierno aragonés que tome medidas. El último incidente se detectó el pasado lunes entre la central hidroeléctrica de Javierrelatre y Anzánigo (término municipal de Caldearenas), donde aparecieron varios centenares de cadáveres de truchas, madrillas y barbos.


El presidente de la agrupación deportiva, Primitivo Grasa, recordó que "desde 2000 se han producido infinidad de episodios de este tipo, llevamos 7 u 8 denuncias por lo menos. Todos los años, salvo el pasado, ha habido alguna". "Queremos que de una vez por todas se solucione el problema y que los políticos, tanto que hablan de la Expo y del agua, se mojen también en estos temas", exigió. En concreto, aludió a la Consejería de Medio Ambiente y a su máximo responsable, Alfredo Boné.


Según explicó, el desastre se detectó al mediodía del lunes, pero podría haberse producido entre la tarde del domingo y esa mañana, cuando dos pescadores percibieron cierto olor a cloro en el agua. Por fortuna, esta vez el abastecimiento de agua de boca a los pueblos del entorno no se ha visto afectado, algo que sí ocurrió en ocasiones anteriores, por ejemplo, tras el vertido ocurrido en octubre de 2002. A raíz de aquel incidente, los vecinos de la zona llegaron a manifestarse para pedir un mayor control de los posibles focos de contaminación.


"Entonces también solicitamos reunirnos con responsables de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) y de Medio Ambiente, pero no nos contestaron, por lo que ahora intentaremos de nuevo entrevistarnos con ellos", comentó Grasa.


"Tenemos pánico a los meses de agosto y de diciembre, porque la mayoría de las mortandades de los últimos años se han registrado en estas épocas", destacó el presidente del coto de Santa Quiteria, en el que las capturas se verán notablemente reducidas en adelante por este incidente. "Hay que volver a empezar otra vez -se lamentó-, porque han muerto muchos alevines".


Por lo que respecta a las causas de esta última mortandad, las investigaciones continúan, aunque en un principio todo apunta a que la contaminación por purines está descartada. Las muestras de agua y de peces que se tomaron en el lugar ya han sido enviadas a un laboratorio, pero los resultados de los análisis no se conocerán hasta dentro de varios días. Las diligencias instruidas por el Seprona de Jaca se han remitido al juzgado de la capital jacetana.


Otro caso en el polígono Paúles


A la de Caldearenas hay que sumar otro suceso similar registrado la pasada semana en el río Cinca, aguas abajo del polígono Paúles de Monzón, donde el Seprona de Huesca encontró el día 14 los cadáveres de unos 600 peces de la familia de los ciprínidos, entre los que había sobre todo carpas, además de barbos y madrillas.


El polígono Paúles carece de sistemas de depuración, por lo que las empresas vierten al Cinca diversas sustancias. Esta circunstancia, sumada a la bajada de caudal, ha podido ser letal para los animales, que en el momento de ser hallados podrían llevar ya tres días muertos. En este sentido, los agentes han pedido a la CHE datos de las estaciones de muestreo próximas para ver si en esas fechas se detectó alguna anomalía.


Cabe recordar que hace casi un año, en septiembre de 2007, se produjo otra muerte masiva de peces en la misma zona.