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Montañana recupera las iglesias, pero sigue esperando los servicios básicos

Los vecinos del pueblo medieval piden una red de agua y alcantarillado en condiciones.

El pequeño pueblo de Montañana, dependiente del municipio de Puente de Montañana, en la comarca de la Ribagorza, vive este fin de semana sus fiestas patronales. La satisfacción es doble, por una parte los festejos y, por otra, la recuperación de este enclave medieval, declarado Bien de Interés Cultural, que se despobló en los años 50 y 60 y que en las últimas décadas está volviendo a abrir las casas. Y aunque los vecinos aplauden los proyectos de rehabilitación de las iglesias, con fondos de la Comunidad Autónoma, lamentan que sigan pendientes las inversiones para contar con una red de agua y alcantarillado en condiciones.


El pueblo está renaciendo de sus cenizas, pero no ha sido una tarea fácil. No hace tanto que Montañana parecía estar abocada a la despoblación y a la ruina total. Las casas cerradas, las calles pobladas de escombros, zarzas y matojos, los tejados hundidos y la ruina que se enseñoreaba de los principales monumentos conformaban el panorama urbano. Tuvo que ser la caída de una parte de la torre defensiva que dominaba el caserío la que actuara como aldabonazo para ver la necesidad de emprender actuaciones urgentes si se quería preservar una de las más desconocidas joyas del patrimonio aragonés. Así, en 1999 comenzaban los trabajos de restauración del núcleo, auspiciados por el Gobierno de Aragón.


La recuperación de la ermita de San Juan o la torre de la cárcel y las murallas, la rehabilitación del entorno del ayuntamiento, de la abadía y de caminos y muros, el saneamiento de varias construcciones civiles en ruinas o la restauración de la iglesia románica de Nuestra Señora de Baldós han supuesto una inversión de más de 5,2 millones de euros pero, sobre todo, han logrado revertir la situación de abandono del pueblo. Quedan por delante diversos proyectos como el de la recuperación de antiguo camino que unía Montañana con Benabarre o la ubicación en la iglesia del futuro Centro de Visitantes de Montañana y del Románico de la Ribagorza Oriental, recogido en el Plan de Dinamización de Montañana.


Actuaciones y proyectos que aplaude Isabel Llimós, presidenta de la Asociación de Vecinos, aunque, a su entender, no se centran en el principal problema de los vecinos. "El alcantarillado y la toma de agua potable son nuestra preocupación más urgente. Llevamos un montón de años recibiendo promesas pero el agua no acaba de llegar a nuestras casas, no tenemos desagües y éstas son cosas esenciales en la vida diaria". Y mientras llega la conversión de la iglesia en espacio expositivo, permanece cerrada, lo que supone "un cierto desánimo para mucha gente que viene a verla".

Fuentes y pozos ciegos



Similar opinión mantienen Higinio Benabarre y Anselmo Feixa, que aprovechan la fresca de la tarde antes de acudir a las antiguas escuelas, donde este año se ha recuperado la tradición de la degustación de la coqueta, plato típico de la gastronomía de la zona. "Han hecho una obra muy maja y se han gastado muchos millones, pero lo principal es lo principal y todavía no se ha empezado a trabajar en las cloacas, agua potable y el acondicionamiento del firme". Explica Higinio Benabarre que hay tres fuentes de las que se surten los vecinos, "y cada uno se arregla como puede". Ante la ausencia de alcantarillado, unos pozos ciegos solucionan precariamente el problema pero "esa no es la solución". El pueblo cuenta ahora con unas 40 casas abiertas en diferentes momentos del año y media docena están habitadas permanentemente.


Pilar Barri también cree que lo hecho hasta ahora "está muy bien", pero se suma a sus vecinos al reivindicar la necesidad "imperiosa" de un grifo y un desagüe en condiciones. "Hay otras prioridades, como agilizar los permisos de obra para que los particulares podamos arreglar nuestras casas, las calles o solucionar el tema de la señal de la televisión".


Ricard Armengol, el alcalde de Puente de Montañana, es consciente del problema. "Tenemos muy adelantada la fase de consolidación de los edificios emblemáticos y ahora tocan los servicios". Aclara que es muy complicado, ya que la red de agua y la sanitaria afectan a elementos construidos en la Edad Media.


Se dará así el penúltimo paso para la rehabilitación integral de un núcleo que empieza a revelar sus potencialidades turísticas. Lo saben por experiencia los empresarios de la zona que, como el hotelero Jorge Bordes, reconocen que la restauración de Montañana han conllevado un aumento de pero que reclaman "una campaña de promoción en condiciones".