HUESCA

La crisis se deja sentir con menos reservas para el mes de agosto en los valles del Pirineo

El verano ya empezó "flojo", según los hosteleros, con estancias más cortas y un recorte del gasto por cliente

Estancias más cortas y menos gasto por cliente. Este es el balance que hacen los empresarios y las asociaciones turísticas de la provincia de Huesca al hablar de la ocupación hotelera en el mes de julio y de las previsiones para el de agosto. Y es que la crisis económica está haciendo mella en la afluencia de visitantes a los valles del Pirineo. El gasto medio de los turistas se ha reducido y, en general, se aprecia cierta contención a la hora de realizar las reservas de plazas. La situación preocupa al sector, que lejos de mejorar este verano gracias al efecto Expo, sobre el que había grandes expectativas, en algunos casos ve la muestra de Zaragoza como una competencia en una campaña de verano "floja".


En lo que todos coinciden es en que el turismo altoaragonés está sintiendo de forma notable la negativa coyuntura económica, que afecta directamente al consumo. "A mucha gente le ha aumentado el precio de la hipoteca, ha subido la gasolina y aunque muchos dicen que no están dispuestos a renunciar al ocio, no presentan la misma alegría consumista de otros años", afirma el presidente de la Asociación Provincial de Hostelería, Juan Ignacio Pérez.


Cuando más se notará la recesión es en agosto, ya que se da por hecho que los hoteles se llenan siempre en el mes de vacaciones por excelencia. En la mayoría de valles del Pirineo admiten que se presenta más inactivo que otros años y los empresarios muestran su preocupación porque si falla el mes clave, la campaña de verano se va al traste. "Es la primera vez en la vida que vemos que en este mes puede haber problemas de poca gente. Hay hoteles que se pueden quedar al 50 o al 60%", reconoce el propietario del Hotel Ciria de Benasque, José María Ciria.


La provincia cuenta con más de 47.000 plazas de alojamiento, 17.000 en hoteles, casi 7.000 en establecimientos rurales y más de 20.000 en campins, además de los apartamentos turísticos.


La crisis se nota en todas las comarcas del Pirineo y ya se veía venir en la primavera. Una de las responsables de la Oficina de Turismo de Aínsa, comenta que "durante los meses de abril, mayo y junio se ha podido apreciar un descenso del 18% en las consultas con respecto a 2007 y si los datos que se toman como referencia son los de 2006, el descenso se incrementa hasta el 33%".


Las asociaciones turísticas no quieren ser alarmistas y, aunque admiten que el mes de julio fue flojo y que agosto también se presenta más inactivo que otros años, confían en que siempre se producen muchas reservas de última hora. Desde la Asociación Turística del Valle de Tena señalan que "hacer previsiones es complicado porque la gente no reserva con antelación". En la del Valle de Benasque reconocen que "posiblemente agosto se acortará un poco más este año", se espera "menos vida que otras temporadas".


En el sector del turismo rural se vive una situación similar. Francisco Parra, presidente de la Asociación de Turismo Rural de la provincia, dice que "es pronto para adelantar resultados por que la tendencia del viajero es reservar a última hora, después de haber mirado mucho." Él prefiere ser optimista y afirma que "los resultados de turismo rural van a ser similares a los de otros años, pero con mucho más esfuerzo, económico, de trabajo, organizativo y de colaboración entre todos".

El efecto Expo


La respuesta a si la muestra internacional de Zaragoza está beneficiando o está perjudicando al turismo del Pirineo no es unánime. Lo que está claro es que, en contra de lo esperado, no está sirviendo para atraer más turistas. Las ciudades de Jaca y Huesca son posiblemente de las pocas beneficiadas, por su capacidad hotelera y su cercanía y buenas comunicaciones con Zaragoza, tal y como comenta el presidente de la Asociación Provincial de Hostelería.


Sin embargo, para el responsable de la Asociación Turística del Sobrarbe, Miguel Ángel García, "la Expo está perjudicando el turismo en el resto de Aragón, ya que está reteniendo a los visitantes que vienen y los que finalmente se deciden por el turismo en el Alto Aragón, acortan el número de días de su estancia."


Con él coincide el hotelero benasqués José María Ciria, que afirma que "a Benasque la Expo le está perjudicando bastante, ya que queda muy lejos de Zaragoza y aparte tiene unas comunicaciones muy malas, lo que influye notablemente."