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La CHE investiga una tala de árboles sin autorización en la ribera del río Aragón

Red Eléctrica Española y la empresa Coterram pidieron permiso para limpiar la vegetación y garantizar así la seguridad de la línea de alta tensión, pero aún no tenían el visto bueno

La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) investiga la tala de una masa de árboles en la ribera del río Aragón, cerca de Jaca, encargada por Red Eléctrica Española para garantizar la seguridad de la línea de alta tensión que sobrevuela la zona. Las pesquisas se iniciaron ayer a raíz de unas fotos tomadas por un vecino de Jaca en las que se aprecian numerosos troncos amontonados junto al cauce.


Y es que ni Red Eléctrica Española ni la empresa que ha contratado para ejecutar esta limpieza, Coterram, disponen aún de la autorización de la CHE para realizar estos trabajos en el dominio público hidráulico, según explicaron fuentes del organismo de cuenca. En este sentido, afirmaron que los permisos que habían solicitado para ejecutar esta y otras actuaciones en varios puntos del río siguen en trámite ya que están pendientes de la resolución que emita el Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (INAGA), dependiente del departamento de Medio Ambiente. En caso de que los técnicos de la Confederación comprueben la veracidad de esta tala, se podría abrir un expediente sancionador.


Las mismas fuentes también dejaron claro que las compañías eléctricas están obligadas a realizar este tipo de desbroces para que la vegetación guarde una distancia mínima de seguridad con las líneas de alta tensión y evitar así incendios u otras posibles afecciones a personas, aves, etc.


Estos últimos argumentos fueron expuestos también desde el departamento de Medio Ambiente de la DGA tras visualizar las fotos. No obstante, no pudieron aclarar si el INAGA ya ha resuelto la petición de limpieza.


El vecino de Jaca que captó las instantáneas aseguró ayer que el desbroce "a matarrasa" de la ribera ha destruido un tramo de 230 metros de bosque que estaba en buen estado de conservación a la altura del kilómetro 649,800 de la N-330. Entre las especies afectadas había chopos, fresnos, sauces y alisos, algunos de los cuales superaban los 12 metros de altura. A su juicio, lo más grave es que la orilla ha quedado desprotegida frente a avenidas y a la erosión. "Seguramente será una actuación legal, pero creo que habría que hacer las cosas con un poco más de cuidado, sobre todo en las riberas que ya suelen sufrir bastantes agresiones", manifestó


Además, teme que estas talas se extiendan a otros tramos río abajo por los que también pasa esta línea de 132 kilovoltios que evacua la energía de las centrales hidroeléctricas del valle, ya que algunos de ellos están dentro del LIC "Sotos del Río Aragón".