HUESCA

Aparecen restos romanos e islámicos en el céntrico solar de Casa Vilas

Se trata de una parte de la muralla musulmana de Huesca y de un muro y una conducción de agua del siglo I, que se quieren integrar en el proyecto de edificación.

Las excavaciones arqueológicas del solar de la Nevería han llegado prácticamente a su fin. Seis años después de acometer el derribo de la conocida Casa Vilas, en el Coso de Huesca, las catas han sacado a la luz una parte de la muralla islámica que se asienta sobre niveles romanos, una conducción de agua del siglo I y un muro de la misma época y de uso aún sin determinar. Se trata de restos que deberán integrarse en el proyecto de edificación previsto para esta céntrica esquina, según indicó el director general de Patrimonio del Gobierno de Aragón, Jaime Vicente.


Los trabajos en el solar comenzaron hace unos siete meses, a partir de que los sondeos realizados a finales de 2006, tras el derribo de la llamada Casa Abarca, arrojaran indicios de la existencia de un sistema hidráulico de época romana en el centro del solar. Vicente, que destacó el interés de la conducción y el buen estado de conservación del muro medieval, apuntó que la excavación no había deparado restos arqueológicos excepcionales.


El hallazgo de la muralla islámica coincidió con la semana de importantes lluvias en la ciudad, lo que obligó a proteger los medianiles para evitar riesgos de desmoronamiento. La pared tendrá unas doce o catorce hiladas de sillares con una altura de unos dos metros y está situada en la linde del Coso, indicaron las mismas fuentes. Además de su excelente conservación, el director general de Patrimonio señaló el hecho de que este tramo de muralla islámica se asiente sobre niveles arqueológicos romanos, ya que normalmente los muros hallados en Huesca estaban sobre la roca o sobre la muralla romana. La conducción de agua localizada en el centro de la parcela también llama la atención por su grado de conservación, con sillares que van forrando el conducto.


"Tenemos ahora que examinar, junto con el promotor y el arquitecto, la posibilidad de integración de esos restos en la nueva construcción", apuntó Vicente. "La muralla islámica no puede sacarse de su emplazamiento y creo que el muro romano se puede incorporar al proyecto de edificación porque esta previsto construir dos sótanos", comentó.


Los trabajos de excavación han estado a cargo de la empresa Arqueología y Patrimonio Cultural S.A. (APC) y han sido dirigidos por el arqueólogo José Mª Vilader. Los restos hallados en la primera fase resultaron espectaculares al desvelar los cimientos de casas construidas hace 200 o 300 años. En ese primer nivel aparecieron estructuras que correspondían a paredes y pasillos de viviendas levantadas a partir del siglo XVIII con diferentes materiales reutilizados y procedentes de distintas épocas.


En las catas iniciales salieron a la luz los restos de un lienzo de la muralla medieval en un "extraordinario grado de conservación", según comentaron desde Patrimonio. Nuevos sondeos reflejaron la existencia de un sistema de abastecimiento y evacuación de agua que hicieron presagiar que bajo el suelo podía aparecer un sistema hidráulico de la época romana que finalmente se ha encontrado.