HUESCA

Las nuevas obras en San Pedro el Viejo dignificarán el panteón real

Los trabajos supondrán la renovación estética de una restauración muy polémica a principios de los años ochenta

La iglesia de San Pedro el Viejo de Huesca, monumento nacional desde hace más de un siglo, se prepara para una nueva actuación de mejora que se llevará cabo de forma simultánea en las cubiertas del claustro y en la capilla de San Bartolomé. Se trata de una actuación menor a la espera de acometer una rehabilitación en profundidad sobre estos espacios cuando se haya derribado las traseras de los edificios que descansan sobre sellos.


El proyecto ha sido redactado por el arquitecto Javier Ibargüen y tiene un presupuesto de 161.000 euros que se financiarán con cargo al 1ª Cultural (120.000) y al Gobierno de Aragón. Contempla la renovación de la capilla en la que están enterrados los reyes de Aragón Ramiro II el Monje y Alfonso el Batallador y donde a principios de los años ochenta se acometió una polémica restauración. Se trata ahora de mejorar aquella intervención en la medida de lo posible.


Según explicó el arquitecto, en la tumba de Ramiro II (a la izquierda de la capilla) se hará un recercado con bronce de forma que la losa romana que fue encajada con mortero resalte con prestancia en la pared de piedra. En la tumba de Alfonso I, situada frente al de su hermano, se teñirá la piedra blanca de manera que las letras labradas en ella queden legibles. Se mejorarán asimismo las hornacinas donde están los restos de dos infantes y de un prior y se paliarán los problemas de humedades existentes con un tratamiento que se aplicará sobre la piedra arenisca.


Luz y metacrilato


No obstante, el cambio más notable será el que concierne a la iluminación de esta estancia, que también fue en su día objeto de controversia tanto por el sistema utilizado como por los apliques elegidos. Se eliminarán las luces colocadas sobre los sepulcros y se pondrán focos que iluminen desde el suelo. "La iluminación será más tenue y se enfatizarán las tumbas más importantes", señaló Ibargüen. "Tal vez haya ahora un exceso de luz y lo que queremos es dar a la capilla un aspecto más acorde con un panteón", añadió el arquitecto.


La criticada colocación de los tiradores horizontales de metacrilato en las puertas de cristal blindado que dan entrada a la sala también va a actualizarse. Los asideros se sustituirán por otros metálicos que quedarán en posición vertical.


El proyecto también abordará la ventilación del panteón mediante los huecos que se abrirán en el paño de alabastro que hay al fondo de la capilla y que tapa una puerta que daba salida a los huertos antes de que se construyeran las casas. El hueco se recuperará cuando se derriben los edificios.


Cuando llegue este momento se acometerá la reparación de la cubierta del ala este del claustro, que es la parte sobre la cual se asientan las partes traseras de las viviendas. El Ayuntamiento ha llegado a un acuerdo con todos los propietarios salvo con uno.