URBANISMO

El parquin subterráneo del campus de Huesca se abrirá a finales de marzo

La obra en la plaza de la Constitución, sobre el aparcamiento, finalizará en unas semanas.

El paisaje urbano de Huesca contará en las próximas semanas con una nueva plaza a la que se ha denominado de la Constitución. Está junto a la de Mosén Demetrio Segura y forma parte de las transformaciones emprendidas hace seis años en el entorno del campus universitario que preside la antigua Residencia de Niños, sede de Empresariales. El cambio de imagen de la zona ha sido importante. La plaza de la Constitución ha sustituido, no sin polémica, al jardín que daba entrada al edificio, construido en el primer decenio del siglo pasado. El nuevo espacio se adivina ya desde el mirador de la Ronda de Montearagón y está previsto que se abra al público a finales de este mes. Bajo su suelo se ultima el que será el primer aparcamiento de carácter público en la ciudad, que entrará en funcionamiento a finales de marzo, una vez que se concrete cómo va a gestionarse. El parquin, con un coste de 4,2 millones de euros, tiene cuatro semiplantas y capacidad para 219 coches y 9 motocicletas.


El alcalde de Huesca, Fernando Elboj, precisó que la obra física está acabada y que dentro de unos días comenzará la plantación de árboles así como la colocación del mobiliario urbano y la iluminación. Asimismo, está pendiente el asfaltado de las calles adyacentes a ambas plazas, que ha de realizarse en determinas condiciones ambientales que en estos momentos no son las más favorables. "El aparcamiento está acabado y ya nos hemos puesto en contacto con una empresa especializada en la gestión de estos servicios que da empleo a discapacitados físicos", indicó Elboj.


El equipo de gobierno municipal (PSOE-PAR) estima que, con un funcionamiento de 24 horas al día los 365 días del año, el coste anual del parquin será de entre 80.000 y 90.000 euros anuales. Este presupuesto, según explicó el concejal Luis Felipe, incluiría la supervisión del aparcamiento, la limpieza básica y una persona para consultas y el control del propio aparcamiento. "La plantilla necesaria para el funcionamiento estaría entre 6 y 10 puestos de trabajo".


El Ayuntamiento de Huesca ya tiene una experiencia de gestión con la empresa con la que está negociando. "No obstante, hay que estudiar si, debido al coste, la adjudicación debe realizarse por concurso o cabrían otras fórmulas al tratarse de empresas que pertenecen a entidades sin ánimo de lucro y que dan trabajo a discapacitados", indicó Felipe. "La experiencia que tiene el Ayuntamiento con esta asociación de discapacitados físicos es muy positiva, ya que gestionan las centralitas de la Policía Local y la de Bomberos y, además están a cargo de otro aparcamiento de similares características al que vamos a abrir", añadió.


También está pendiente de concretar el uso de las plazas, es decir si el cien por cien será en régimen de rotación o si algunas de ellas se destinarán al alquiler. Lo que sí parece claro es que los usuarios del mismo serán, sobre todo estudiantes, trabajadores de la Universidad y vecinos del casco antiguo y Santo Domingo y San Martín. "Si nuestro objetivo es la peatonalización, lo lógico es que este parquin tuviera la mayor rotación posible, pero a través de un estudio se determinará si conviene reservar plazas para residentes".


En el barrio de Santo Domingo, están expectantes ante la apertura de la plaza de la Constitución y sobre todo, del nuevo parquin. La falta de aparcamiento es uno de los problemas de la zona dada la acumulación de espacios públicos como la Universidad y la piscina cubierta Almériz, a la que diariamente acuden cientos de oscenses. La necesidad de lugares para estacionar vehículos se ha dejado notar especialmente desde que se iniciaron las obras, tanto las de la Residencia de Niños como las de la plaza y el parquin. "En el momento en que se abra no habrá problema para llenarlo porque esperamos que los precios sean asequibles", indicó Antonio Tuda, presidente de la Asociación de Vecinos. Según dijo, en los últimos meses, ha habido aglomeración de coches aparcados en los alrededores de la piscina y en las cercanías de la rotonda de Lucas Mallada, "porque con la remodelación se han perdido las plazas en superficie de la plaza de Mosén Demetrio Segura".


En opinión de Tuda, el Ayuntamiento debe ya planear la construcción de otro aparcamiento para descongestionar las calles del barrio. "Con menos presencia de coches estacionados, los niños tendrán más libertad y la circulación será más fluida", afirmó. Precisamente, las previsiones municipales pasan por hacer otro en el paseo de Ramón y Cajal, muy cerca del que va a terminarse. Según indicó el alcalde, ya está hecha la definición del pliego de condiciones para realizar la adjudicación de catas, que son necesarias para determinar si es o no posible la obra.


La opción de esta avenida, antigua travesía de la N-240, recobró forma después de que un informe de Patrimonio descartara la construcción de un aparcamiento subterráneo en la plaza de Navarra por la presencia de restos arqueológicos hallados en las excavaciones. La prescripción de los sondeos también alarmó a algunos vecinos de Ramón y Cajal. A principios del año pasado, tras lo ocurrido en el barrio del Carmelo de Barcelona por las obras del metro, en algunos portales del paseo aparecieron carteles anónimos en los que se animaba a los vecinos a no consentir que "se muevan tierras en las proximidades de los cimientos de nuestras casas". Pero estas protestas no llegaron de forma oficial al Ayuntamiento ni a la asociación del barrio.