POLÍTICA

Rodolfo Aínsa: "Los partidos deben renovarse, pero no era necesario dejarme fuera"

Después de 23 años en el Senado, Rodolfo Aínsa ya no concurrirá a las próximas elecciones generales. El más veterano parlamentario altoaragonés se postuló para ir en las listas, pero la dirección provincial del PP no ha contado con él. Confía en que su carrera política no acabe aquí.

Es el parlamentario oscense con más años de escaño a sus espaldas, casi un cuarto de siglo repartido en seis legislaturas. Pero a partir de marzo, Rodolfo Aínsa, de 64 años, abandonará el Senado. No ha sido por voluntad propia sino por orden de la dirección provincial del PP, que ha apostado por la renovación, personificada en Roberto Bermúdez de Castro, de 37 años y portavoz municipal en Huesca. Aínsa no muestra abiertamente su malestar, es más, se pone a disposición del partido, pero entre líneas se puede leer su decepción por interrumpir una carrera iniciada en 1982. Ahora está en la República Dominicana, a donde viaja con frecuencia porque allí sus hijos tienen negocios inmobiliarios.


Después de 23 años en la Cámara Alta le dolerá dejar el escaño.


Duele y no duele. Es un cambio importante en mi vida, pero en algún momento había que dejarlo.


Usted quería seguir, pero el partido apostó por la renovación. En el pulso entre veteranía y juventud, ha ganado esta.


Aquí nadie ha ganado ningún pulso. Lo que es evidente es que todos los partidos tienen que renovarse. A lo mejor tampoco había necesidad de que yo desapareciese de las listas, incorporando a gente joven. De esa combinación hubiera salido un tándem magnífico, pero respeto la decisión de la dirección del partido.


¿Por qué se le ha dejado fuera?


Esa es una pregunta que yo soy incapaz de contestar, habría que preguntárselo al presidente provincial (Antonio Torres), que en definitiva es el responsable.


No siendo un abandono deseado y habiéndose postulado para ir en la candidatura, ¿se siente un poco como Gallardón?


Las circunstancias son distintas. Es evidente que Alberto Ruiz Gallardón es un político muy válido, en mi humilde opinión. La dirección nacional ha considerado que tenía que seguir siendo alcalde de Madrid, un cargo lo suficientemente importante. ¿Sentirme como Gallardón? No, ojalá.


Dicen que ha presionado mucho en Madrid para ser candidato porque tiene muchas influencias en la sede de Génova.


Se dicen muchas cosas. También me llamó una periodista para preguntar si era cierto que iba de candidato por León al Senado, y nada más lejos de la realidad. Yo no he presionado ni más ni menos. He dicho que estoy a disposición del partido y si alguien puede dedicarle un tiempo al currículum que yo he dejado en la provincia, podrá entender que puedo seguir siendo útil. El hecho de no haber ido no quiere decir que se me aparque. Me han dicho: "Rodolfo, nos tienes que ayudar a ganar las elecciones".


¿Hará campaña?


Aunque no sea candidato, si me lo pide mi partido en Huesca no tenga usted ninguna duda, faltaría más. Al fin y al cabo estoy luchando por un ideal, no por mis intereses.


Ha comentado el rumor sobre su inclusión en la lista de León. El PP de Zaragoza ha puesto a un cunero, ¿qué le parece?


Pues, que quiere que le diga, no me parece muy correcto. Zaragoza tiene gente lo suficientemente cualificada como para tener magníficos candidatos, no tiene por qué llegar nadie desde atrás. Pero también le acabo de decir que ojalá mi sustituto hubiera sido Ruiz Gallardón.


Se le sitúa en el ala más a la derecha de su partido. ¿Es merecida esta fama?


Pues, creo que no. Quien lo diga está radicalmente equivocado. El primer partido que me invitó a participar en esa noble tarea que es la política es el Partido Socialista. Soy un hombre liberal-conservador, que amo la libertad y que quizá por mis orígenes tenga algún ramalazo de conservadurismo: he luchado mucho en la vida para salir adelante y, salvo a Dios, a casi nadie más tengo que agradecerle nada.


¿Cómo y cuándo le hicieron esa oferta?


Me ofrecieron ir al Ayuntamiento de Sabiñánigo por la lista del PSOE a finales de los 70. No sé la imagen que tendrían de mí los socialistas.


Por cierto, ha conseguido ser senador en seis legislaturas pero nunca ha ganado las elecciones municipales en Sabiñánigo.


Debo decirle que yo he sido el gran triunfador en mi pueblo. La primera vez que me presenté a las listas municipales partíamos de un concejal y me faltaron 60 votos para lograr el quinto.


Pero nunca ha podido ser alcalde.


Sabiñánigo es complicado, pero siempre he de agradecer a mi tierra que me nutriera muy bien de votos.


Antes de que se cerraran las candidaturas dijo: "Tengo en mi haber la variante de Fraga, la llegada del AVE y el aeropuerto. Creo que he cumplido y espero que eso me dé posibilidades". Sin embargo, no ha sido así.


Es cierto, pero no es una decisión mía sino del partido. Espero que la gente que llega ahora y que parece ser que viene con muchas ganas de trabajar, traiga los mismos resultados que otros hemos aportado anteriormente.


¿Esas obras las hizo el Gobierno pensando en el equilibrio territorial o influyó más su comentada amistad con el ex ministro Álvarez Cascos?


Tenemos que agradecer a Álvarez Cascos y a Aznar sus planteamientos solidarios con las provincias que entendían menos favorecidas. Siempre defendí que un territorio sin comunicaciones no va a ningún lado. ¿Qué hubo que hacer?, pues demostrarle a Álvarez Cascos, después de mucho trabajo, que Huesca tiene mucho que decir en Aragón y en España. A base de pelear constantemente logramos convencerlos. Prueba de ello es que el aeropuerto tenía mucha gente en contra. Yo he visto grandes titulares de personas que hoy se apuntan tantos y entonces decían que para qué demonios un aeropuerto en Huesca. Ahora cortan la cinta.


¿Aquí acaba su carrera política?


Jamás, jamás. Mi experiencia ahí está y puedo ser útil si el partido así lo considera. Es evidente que hay un magnífico banquillo en el PP, pero saben que siempre pueden contar con Rodolfo Aínsa.


Sinceramente, ¿está resentido?


No, por Dios, yo he visto cosas muy extrañas en política, como voy a estar resentido. Son circunstancias y criterios, que en un momento son acertados, en otros pienso que equivocados; pero obviamente hay que respetarlos por la misma razón que a mí se me respetó cuando fui presidente provincial y gracias al respeto que se me tuvo sacamos dos diputados, tres senadores, diez diputados provinciales y seis concejales más que el PSOE.


¿A qué se dedicará a partir de ahora, a sus empresas?


No, yo ya no tengo ningún negocio, no olvide que sigo siendo todavía el presidente de la Comisión de Incompatibilidades. Lo que no hay duda es que después de marzo ampararé y apoyaré a mis hijos, cuya única obsesión es la creación de empresas y de puestos de trabajo.


Ayuda a sus hijos con sus negocios inmobiliarios en la República Dominicana. ¿Es mejor invertir en un piso del Caribe que en uno del Pirineo?


Mis hijos también tienen producto para vender en el Pirineo, pero en estos momentos para sacar rentabilidad hay que invertir en el Caribe. Así que anímese.