PIRINEO

Los alcaldes del Pirineo exigen un canon por la regulación de los ríos

ADELPA reclama que se cuantifiquen los costes sociales y ambientales de los pantanos

La actualización de los datos que se manejan y la consideración y compensación del coste socioeconómico y medioambiental que supone la regulación hidráulica son algunas de las sugerencias presentadas por la Asociación de Entidades Locales del Pirineo Aragonés (ADELPA) a los documentos iniciales del proceso de planificación para la redacción del futuro Plan Hidrológico de Demarcación referente a la Cuenca del Ebro. Dichos documentos ("Programa, calendario y fórmulas de consulta del proceso de planificación", "Proyecto de participación pública en el proceso de planificación" y "Estudio de Demarcación Hidrográfica") se encuentran en exposición pública desde el pasado mes de julio.


Entre las propuestas aprobadas por la Comisión Ejecutiva de ADELPA el pasado 21 de enero, se hace notar, en primer lugar, que "en varios apartados se están utilizando datos que necesitan una revisión; en algún caso faltan datos de los 10 últimos años, e incluso de los últimos 20 años, por lo que se considera que para que la revisión del Plan de Cuenca del Ebro sea real y efectiva, se deben actualizar".


Asimismo, el colectivo considera que "todos los tramos de las cuencas del Pirineo afectados por los aprovechamientos energéticos se tienen que incluir dentro de la identificación de 'aguas fuertemente modificadas' (denominación de la que se excluyen), ya que la alteración del régimen que sufren es permanente". "Por ejemplo, la flora y fauna no pueden sobrevivir en un cauce que se seca por la detracción del agua para uso hidroeléctrico u otros usos", alega. En este sentido, la asociación también exige "el cálculo de los caudales ecológicos para las cuencas del Pirineo y la actuación, en consecuencia, de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) para garantizarlos".


Otra de las 'críticas' de ADELPA es que "no se tiene en cuenta el coste socioeconómico y medioambiental que ha supuesto, y continúa suponiendo, la regulación hidráulica e hidroeléctrica para las zonas que la soportan". Por ello, se reclama "una valoración económica de esos costes sociales y medioambientales, ya que las repercusiones de las obras de regulación permanecen con dichas obras (desvertebración territorial, impactos paisajísticos sobre el turismo, sobre la flora, la fauna, el clima, etc.)", así como el reconocimiento de las subcuencas del Pirineo "como zona cedente del recurso hídrico". Así, se pide que "una parte de lo recaudado mediante las tipologías de resarcimiento que se nombran en el Estudio de Demarcación sea integrado a las cuencas del Pirineo".


El colectivo acompaña sus alegaciones con el estudio realizado en el marco de la I Beca de Investigación "Pedro Santorromán", sobre este mismo asunto (ver información superior). En él se recuerda "la tendencia decreciente de los caudales medios anuales por tres factores: menos lluvia, más temperatura y abandono de cultivos y aumento de la cubierta vegetal", y se contradice lo recogido en el Plan Hidrológico de la Cuenca del Ebro de 1995 acerca de la "calidad óptima" del agua de los ríos pirenaicos. Esta afirmación, asumida en el Estudio de la Demarcación, según ADELPA, se ha visto modificada en los últimos años "debido al descenso de los caudales, el aumento de la población estacional y falta de depuración", asegura el colectivo en una nota de prensa.


Proceso de participación


La presentación de estas propuestas se enmarca en el proceso de participación pública abierto por la CHE para definir las medidas que debe incluir el futuro plan. Así, por una parte se llevan a cabo reuniones con expertos o usuarios del agua (regantes, empresas hidroeléctricas...) y, por otra, en cada zona se recogen las aportaciones del territorio (ayuntamientos, sindicatos, ecologistas, etc.).