Gorgorito, el amigo de tres generaciones de oscenses

El títere creado en 1940 es una cita imprescindible del programa infantil de las fiestas de San Lorenzo

Los niños de Huesca ayudan a la marioneta a desbaratar los planes del ogro Dientes Largos.
Los niños de Huesca ayudan a la marioneta a desbaratar los planes del ogro Dientes Largos.
Rafael Gobantes

Un chaval de pelo revuelto, ojos saltones, camisa de cuadros y peto sigue haciendo las delicias de grandes y chicos. El niño está a punto de cumplir 80 años y se llama Gorgorito. La célebre marioneta tampoco ha faltado este año a su cita con las fiestas de San Lorenzo y varias generaciones de oscenses se conocen al dedillo los nombres de los personajes que lleva consigo por todo el país la Compañía de Maese Villarejo. Este mediodía ha representado la obra “Gorgorito y la Bella Durmiente” en el Teatro Griego del Parque Miguel Servet y mañana, a las 12.30, relatará las aventuras de este travieso muñeco con el Ratoncito Pérez.

Abuelos, padres y niños aparecen unidos por el hilo invisible de Gorgorito. En la década de los 70 ya acudía los meses de agosto a Huesca de la mano de su creador, Maese Villarejo. En pocas ocasiones se ha ausentado después. Así, los niños conocen al dedillo sus aventuras y los actuales responsables procuran modificar el programa de una temporada a otra para sorprender a la audiencia. “Venimos siempre que podemos a verlos. Es la tercera vez que vengo con mi hijo Juan y si repetimos es por algo”, ha señalado Juan Monzón, sentado con su familia en las primeras filas.

La esencia del personaje permanece. Gorgorito es “un amigo de todos los niños de España y en especial de los de Huesca”, como él mismo se ha definido. Le acompañan su amiga Rosalinda, el ogro Dientes Largos y la bruja Ciriaca. Chavales de corazón puro y malos que se quieren hacer pasar por bueno. Las marionetas buscan siempre la complicidad de su público, que les avisan de que el ogro o la bruja les están tendiendo una trampa. En esas situaciones Gorgorito saca a relucir su estaca, con la que golpea a los villanos hasta que desisten de sus planes.

Los muñecos son los mismos de siempre y sus creadores se enfrentan con éxito, a tenor de lo visto este mediodía en el Teatro Griego, a la competencia de las nuevas tecnologías y de otras propuestas más apegadas al siglo XXI. “Es lo que hemos visto siempre y nuestros hijos disfrutan porque es la esencia del teatro infantil, y eso es algo que se ha mantenido en el tiempo y tiene cuerda para rato”, consideraba Felipe Roldán. A su lado, su hija Marta, de 5 años, destacaba “que Gorgorito es un niño gracioso y de buen corazón”.

En otras ciudades se ha cuestionado la idoneidad de que Gorgorito emplee la estaca y la Compañía de Maese Villarejo, en casos comprometidos, ha optado por eliminarla del repertorio. No es el caso de Huesca, donde Dientes Largos y Ciriaca han recibido su merecido. El debate sobre la violencia no se ha encendido este mediodía el Miguel Servet. “Considero que los niños saben que una cosa es la violencia real y otra es la que ven representada en un teatro de marionetas en el que se impone el sentido del humor”, zanjaba una madre, Pilar Esperanza.

Las marionetas y San Lorenzo viven en estrecha armonía, puesto que Los Titiriteros de Binéfar realizan desde mañana sábado y hasta el final de las fiestas actuaciones en el espacio exterior cubierto del Palacio de Congresos. Los días 11 y 12 representan el espectáculo “En la boca del lobo”, el 13 “Cómicos de la legua” y el 14 y 15 “Maricastaña”.

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