"En el bar hemos atendido ya a tres chicas que venían con miedo a ser agredidas"

El bar que regenta Héctor Operé es el germen de la red de bares ‘amigos’ de posibles víctimas de agresiones sexuales.

Héctor Operé, propietario del bar Woodstock de Huesca.
Héctor Operé, propietario del bar Woodstock de Huesca.
Pablo Segura

"Si te sientes acosada o te están molestando, pásate por aquí y avisa al camarero. Estarás a salvo hasta que pasen a recogerte". Hace dos años, pocos días después de que trascendiera la agresión sexual de ‘La Manada’ en San Fermín, Héctor Operé, propietario del bar Woodstock, en el corazón del Tubo de Huesca, colgó en las redes sociales un cartel con este mensaje ante la cercanía de las fiestas de San Lorenzo. Una iniciativa que fue el germen del mapa de comercios y bares ‘amigos’ de posibles víctimas de agresiones sexuales que acaba de lanzar el Ayuntamiento de Huesca y al que se han sumado casi 50 establecimientos de la ciudad. Todos ellos exhibirán pegatinas con información de cómo se debe actuar en caso se ser víctima de algún acto de violencia sexual.

Este hostelero oscense con 21 años de experiencia "en la noche", asegura que le "enervaba" cuando veía las noticias de mujeres muertas a manos de sus parejas y a raíz del caso de ‘La Manada’ decidió dar un paso adelante. "Queríamos que las chicas supieran que si tenían algún problema o se sentían agredidas, aunque solo fuera verbalmente, podían venir al bar porque aquí iban a encontrar una familia y no iba a entrar nadie que le pudiera hacer daño. Si la primera persona que esté en la puerta no se da cuenta de que llega llorando o asustada, será la segunda porque aquí todos, camareros y clientes, están concienciados", asegura.

En este tiempo ha atendido a tres chicas, "y además -recalca- fuera de las fiestas", que no habían sido agredidas, "pero venían con miedo porque alguien les había dicho que quería acompañarlas a casa". En estos casos, su labor consiste fundamentalmente en "calmarlas e informarles del protocolo que se puede activar si ellas quieren". Además, deja claro que la iniciativa está abierta también a chicos que se puedan sentir agredidos. Admite que el ambiente nocturno suele ser más propicio a estos hechos, "pero ir con dos copas de más no puede ser excusa para faltar al respeto".

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