Rebajan de 23 a 3 años de prisión la pena al acusado de abusar de sus dos hijastras menores

Acusaciones y defensa aceptan que no hubo agresión sexual al no mediar violencia sino falta de consentimiento

Vista exterior de la Audiencia de Huesca, donde se ha celebrado el juicio
Vista exterior de la Audiencia de Huesca, donde se ha celebrado el juicio
Rafael Gobantes

Un  hombre que se enfrentaba este miércoles en la Audiencia de Huesca a penas que sumaban 23 años de prisión por varios delitos de agresión sexual continuada, abusos y maltratos a dos hijastras menores de edad, ha aceptado los cargos pero ha visto rebajado el castigo a algo más de tres años de cárcel. La acusación particular y la defensa han aceptado un acuerdo, al que se ha adherido el Ministerio Fiscal.

El acusado, P. P., ha comparecido ante el tribunal, pero la vista, que se ha celebrado a puerta cerrada para preservar la intimidad de las menores, apenas ha durado unos minutos al haber conformidad. Finalmente no será castigado por agresión sexual a la hijastra que tenía 14 años cuando ocurrieron los hechos sino por abusos sexuales, al entender que en las relaciones sexuales no había violencia o intimidación sino falta de consentimiento. "Ha quedado acreditado que no había consentimiento pero no que hubiera violencia o intimidación", señalaron fuentes jurídicas.

Así, P. P., en prisión por estos desde 2016, deberá cumplir dos años de prisión por dos delitos de abusos sexuales, de los que fueron víctimas la hijastra de 14 años y otra hermana menor. Y además 16 meses de prisión por dos delitos de maltrato contra las niñas. En total, 3 años y 4 meses. Además se ha decretado diversas medidas de alejamiento, una de 5 años y otra de 1 año y 16 meses, respecto de las menores. También estará 5 años con libertad vigilada y pagará penas de multa de 24 meses, así como 9.000 euros de indemnización.

El acusado contrajo matrimonio con una mujer y comenzó a convivir con ella y con sus dos hijas. Según el escrito de acusación provisional del Ministerio Público, una de ellas, que ahora ya es mayor de edad, sufrió diversos episodios de violaciones desde que tenía 14 años. Le obligaba a realizarle masturbaciones y felaciones y la agredía sexualmente cuando estaban a solas en el domicilio familiar, o en otras ocasiones también en una zona habilitada como vestuario en la granja de cerdos en la que trabajaba el procesado. Estos abusos fueron reiterados en ese tiempo hasta el punto de que se producían una o dos veces a la semana.

El escrito relata que el 30 de marzo de 2016, sobre las 8.00, el hombre entró en el dormitorio de la menor y se metió en su cama. Cuando la niña le pidió que se marchara, salió del cuarto pero regresó cinco minutos después y se volvió a meter en la cama, quitándole entonces los pantalones y haciéndole tocamientos hasta agredirla sexualmente.

Durante todo ese período de tiempo y durante los actos sexuales, para someter a la menor el acusado "le infundía miedo" amenazándola con que si no accedía a sus peticiones, habría discusiones familiares y no la dejaría salir de casa. Además, el 19 de abril de 2016, la llamó por teléfono para advertirle que no dijera nada "porque vas a destruir dos familias, la mía y la de tu madre".

Sin embargo, este relato de hechos ha sido modificado al haber llegado a un acuerdo, al entender que no quedaba probada la violencia o intimidación sobre la menor, pero sí que no hubo consentimiento, por lo que se tipifica como abusos, con una pena menor.

Entre septiembre y octubre de 2015, durante unas vacaciones en Salou, el acusado también hizo tocamientos a la otra hija de su mujer cuando estaban en la playa, dentro del agua. La víctima le pidió que la dejara en paz, pero él siguió insistiendo. Estos comportamientos, según la Fiscalía, se produjeron de forma continuada cuando estaba a solas con ella.

Además, el Ministerio Público también le acusaba en su escrito provisional de delitos de malos tratos habituales porque sostiene que durante todo el tiempo que duró la relación entre él y su mujer, infligió castigos físicos, con bofetadas, patadas y tirones de pelo tanto a las menores como su pareja, a las que también profirió insultos.

La Fiscalía pedía inicialmente 12 años de prisión por el delito de agresión sexual continuada a menores de 16 años; cinco por el de abusos sexuales a la otra menor; y dos más por cada uno de los tres delitos de maltrato habitual.

9.000 euros de indemnización

Aparte de las penas de cárcel, también solicitaba para el hombre, que se encuentra en prisión provisional desde el 21 de abril de 2016, medidas de alejamiento de sus víctimas durante 14 años y otros 13 de libertad vigilada, así como cuatro años de privación de tenencia de armas. También reclama 3.000 y 6.000 euros de indemnización, respectivamente, para las dos hijastras.

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