Vacaciones en paz para los niños saharauis

Tienen entre 9 y 12 años, y esperan con ilusión la llegada del verano, ya que se presenta como la oportunidad de salir de su día a día en los campamentos en la zona más inhóspita del Sáhara para vivir durante dos meses en Aragón. La misma ilusión con la que les esperan las familias en cuyas casas se alojan. Así lo aseguran en la asociación Alouda, que gestiona en el Alto Aragón el proyecto ‘Vacaciones en paz’. “El objetivo es sacarlos de las altísimas temperaturas, que puedan recibir una buena alimentación, someterse a revisiones médicas y disfrutar del entorno”, explica Carmen Aznar, que forma parte de la coordinación de esta iniciativa, que se desarrolla hace ya 42 años. “Se crean lazos, que se van manteniendo en las sucesivas visitas, y se plasman también en ayudas durante el resto del año”, añade.

Durante el mes de abril se gestionan este tipo de acogidas, “en primavera visitamos y concretamos con las familias, para que a mediados de mayo ya esté todo cerrado”, dice Aznar, pues los pequeños llegarán a España en torno al 22 de junio, para permanecer dos meses, hasta las mismas fechas en agosto.

Respecto al perfil de las familias de acogida, con las que se suele generar una vinculación de tres años, desde Alouda explican que hay mucha variedad, ya que el gran requisito que se propone es “que tengan mucha disponibilidad, tiempo para atender a los niños y ganas de involucrarse en el proyecto”. Por ello, hay familias jóvenes con niños en la misma edad que los pequeños que llegan del Sáhara, pero también hogares monoparentales o parejas que ya son abuelos y deciden acoger a un niño. “Generalmente hay más acogidas en el medio rural, donde el estilo de vida, más ligado a la calle y al aire libre, pero también tenemos en la ciudad, donde las colonias de verano también son una buena opción para los niños y hay otras opciones de entretenimiento”, explican. Porque Alouda está presente en toda la provincia de Huesca a través de delegados, que coordinan a las familias de cada zona. “Para nosotros es una filosofía, que en cualquier punto se tenga un papel y una implicación igual en el proyecto”.

En el caso de la provincia de Huesca, este año esperan en torno a los 50 niños en acogida, aumentando ligeramente el número del verano anterior, aunque en todo Aragón se esperan unas 130, ya que son cinco las asociaciones de este tipo en toda la comunidad –dos en Zaragoza y dos en Teruel-. En todas se establecen estos meses como claves a la hora de recibir nuevas familias que se quieran involucrar en el proyecto. “En este sentido, las redes sociales tienen un gran papel, ya que las familias pueden conocer a través de nuestro Facebook todos los pasos que damos en la asociación y ponerse en contacto con nosotros”, explica Carmen Aznar.

El resto del año, las familias mantienen el vínculo con los pequeños, pudiendo enviarles material a través de los diferentes viajes que realizan desde Alouda. “Cuando pasan los tres años hay muchos casos en los que también se mantiene el contacto y las familias viajan hasta los campamentos, quedándose en muchos casos sorprendidos de la enorme hospitalidad que les ofrecen”, asegura Aznar.

El proyecto ‘Vacaciones en Paz’ también tiene una segunda vertiente en la provincia altoaragonesa, ya que también durante el verano visitan Huesca media decena de pequeños saharauis con alguna discapacidad, gracias a la colaboración con Cadis –coordinadora de las asociaciones de discapacitados en Huesca-. “Pasan el verano entre diferentes centros, en los que se permite hacer un diagnóstico de su patología y aplicar un tratamiento que controlamos que se mantenga durante el resto del año. Además de llevar a cabo diferentes terapias favorables para su desarrollo”, comentan desde Alouda, que cada año va variando los niños que participan en este proyecto, “y algunos de ellos al verano siguiente regresan con familias de acogidas”.

Desde Alouda también impulsan los envíos de ayuda a los campamentos, donde se trabaja en diferentes proyectos, como la creación de centros de energía solar, o la aportación de recursos para desarrollo del sector primario. “La respuesta es muy buena por parte de los diferentes ayuntamientos, que van subvencionando las diferentes iniciativas que se llevan a cabo desde la asociación”, puntualiza Aznar, que forma parte del equipo de 20 personas que se implican activamente en el día a día de la entidad, que cuenta con unos 240 socios.