El Cristo de Perdón se desvía de la procesión por las obras en Huesca

El desfile de Viernes Santo congrega a multitud de personas en las calles en una Semana Santa marcada por el frío y el viento.

El Cristo del Perdón a su paso por la plaza López Allué para unirse de nuevo a la procesión.
El Cristo del Perdón a su paso por la plaza López Allué para unirse de nuevo a la procesión.
Verónica Lacasa

La procesión del Santo Entierro de Huesca ha estado este año marcada por el cambio de itinerario, obligado por las obras llevadas a cabo en la plaza de Lizana, en el centro histórico de la ciudad. El Cristo del Perdón, ha realizado una tramo del recorrido en solitario ya que, debido a su altura, 5,80 metros aproximadamente, no podía seguir el mismo trayecto que el resto. 

La procesión ha salido a las 19.00 desde la plaza de Santo Domingo. A esa hora, el sol enfocaba el Coso y los oscenses han empezado a llenar las calles, ya que el frío de los días anteriores desanimó a muchos a la hora de presenciar los desfiles nocturnos. Este Viernes Santo, con una temperatura más agradable, han sido numerosas las personas las que han esperado para ver la veintena de pasos que configuran la procesión, organizada por la Arhicofradía de la Santísima Vera Cruz y con la que culmina una Semana Santa declarada de Interés Turístico de Aragón, a falta de la salida del Resucitado este domingo.

Hasta la plaza Arista, el cortejo procesional ha seguido el recorrido tradicional, pero al llegar a este punto, en lugar de continuar por la calle Las Cortes hasta la catedral, las cofradías han ido por la calle Azara para salir a la de Moya y de ahí, al Coso Alto. El cambio se ha debido a los recientes trabajos de urbanización en la plaza Lizana. Los técnicos municipales aconsejaron preservar el tramo que une la cuesta de Santiago con este espacio para que las baldosas terminaran de asentarse. La decisión no ha estado exenta de protestas por parte de los vecinos.

Esta circunstancia ha provocado la variación del itinerario, por tercera vez en la historia de la procesión del Santo Entierro, que se celebra en Huesca desde 1865. El primer cambio se produjo en 1940, por las obras de reconstrucción tras la Guerra Civil. El segundo fue en 2015, debido a los trabajos de peatonalización del Coso.

Este viernes, el Cristo del Perdón se ha separado de la procesión en la plaza de San Pedro. El resto ha seguido hasta la plaza Arista para bajar por la calle Azara, donde se encuentra un arco que impedía el paso de esta talla, portada por costaleros. Junto al grupo de tambores, que acompaña el esfuerzo de los cofrades que llevan las andas, ha continuado en solitario por la plaza de López Allué. Parte del público y de quienes ocupaban los veladores se han visto sorprendidos por este cambio, que ha obligado a elevar algunos cables y ha puesto a prueba la pericia de los cofrades.

El Cristo del Perdón se ha unido a la procesión al inicio de la calle Moya, entre el Cristo de la Esperanza y la Dolorosa para continuar por el Coso Alto hasta los Porches de Galicia y seguir por las calles Berenguer y San Orencio hasta la plaza de San Lorenzo. El desfile ha seguido por el Coso Baja hasta su punto de partida.

La diferencia de ritmo entre los pasos que llevan ruedas y los que se se portan a hombros ha podido ser la causa de que la cabeza de la procesión se haya juntado con parte final del desfile en el cruce de la plaza de San Lorenzo con el Coso Bajo. Ha sido necesario aguardar a que pasaran todas las hermandades y la espera ha puesto nerviosos a los caballos, que han tenido que salir del desfile por otra calle.

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