Más de 50 escolares han denunciado acoso en las aulas y por internet en Huesca desde 2012

Guardia Civil y Policía Nacional han llevado a cabo 2.000 charlas en los centros y 5.700 vigilancias. Los expertos aconsejan a las víctimas "mantener la calma y que lo hablen con alguien de confianza".

Una experta de la Guardia Civil dando una charla sobre acoso en el colegio de Siétamo.
Una experta de la Guardia Civil dando una charla sobre acoso en el colegio de Siétamo.
Verónica Lacasa

La Policía Nacional y la Guardia Civil han investigado un total de 56 denuncias de acoso escolar a estudiantes de entre 6 y 17 años de edad en la provincia de Huesca desde el año 2012. De ellos, 20 han sido casos ocurridos en las aulas y 36 se han llevado a cabo por medios informáticos (redes sociales, aplicaciones de mensajería instantánea, páginas de archivos compartidos, blogs, correo electrónico...).

Para tratar de reducir al máximo la incidencia de este fenómenos, el plan director para la convivencia y mejora de la seguridad en los centros educativos y sus entornos lleva contabilizadas ya 2.000 charlas en la provincia tanto a estudiantes como a docentes y familias sobre temas como acoso escolar, bandas juveniles, nuevas tecnologías, drogas y alcohol, y la violencia sobre la mujer. Y además, los agentes de ambos cuerpos han realizado en los últimos cinco años 5.700 servicios de vigilancia en los centros.

Los datos los ha dado a conocer el Gobierno en respuesta a una batería de preguntas formuladas por el diputado socialista en el Congreso, el altoaragonés Gonzalo Palacín, quien se interesó por la incidencia del acoso escolar y por las acciones de prevención e intervención que se habían emprendido para atajarlo.

En la Guardia Civil, el Equipo Mujer y Menor se encarga de la investigación de casos de acoso o ‘bullying’ en las aulas, mientras que las formas de maltrato a través de medios digitales (ciberacoso) son competencia del Equipo de Investigación Tecnológica que en la provincia de Huesca dirige el alférez Alejandro Bernués.

Aunque hay varias páginas web en internet para que las víctimas puedan alertar de este tipo de situaciones, la mayoría de las denuncias les llegan a través de los puestos, momento en el que la Unidad Orgánica de Policía Judicial empieza a trabajar.

Sin duda, las redes sociales y las aplicaciones de mensajería son los medios "más comunes" por los que se practica el ‘ciberbullying’. Según el alférez Alejandro Bernués, no hay un perfil tipo de agresor "ya que suelen ser adolescentes o preadolescentes con unos porcentajes de chicos y de chicas que son similares".

Lo que sí han detectado en muchos casos es que "gracias al anonimato que proporciona internet, hemos visto a jóvenes que igual en el cara a cara y en la vida real no cometerían según qué acciones, se aprovechan de la falsa impunidad para tener esos comportamientos", recalca.

"Suele ser el diferente"

En cuanto a las víctimas, asegura que tampoco hay un patrón único. "Pero suele ser siempre el diferente, como toda la vida, porque lo que antes pasaba ya en el patio ahora se traslada a la red. El chico o la chica más retraída, tímida, introvertida son los que suelen ser el blanco de los ciberacosadores", destaca.

Deja claro que todos los casos que investigan los califican como "graves" al tratarse siempre de menores "porque si nos llega a nosotros es porque han fallado muchas barreras que hay antes, si no el Gobierno de Aragón ya tiene sus protocolos en los centros, los profesores están formados y están surgiendo estudiantes que hacen labores de mediación en este tipo de conflictos".

A este respecto, el alférez Alejandro Bernués recuerda algunos casos en los que las víctimas han tenido que cambiar de colegio o de instituto o han sufrido procesos depresivos. Y es que hoy para los jóvenes "su vida digital es muy importante y lo que ocurre en ella les afecta mucho más que a un adulto", subraya. Aun así, también deja claro que cuando tienen noticia de un caso "solemos poner freno rápidamente".

La incidencia del acoso escolar crece conforme lo hace también el uso de las nuevas tecnologías "pero aunque nos preocupa, tampoco hay un aumento exponencial". Y para reducir esta tendencia, considera especialmente importante la labor de prevención que realizan tanto la Guardia Civil como la Policía Nacional con las charlas del plan director de mejora de la convivencia. "Intentamos que sean conscientes de que no hay una impunidad total cuando alguien insulta, coacciona o amenaza y que vean que esos comportamientos tienen consecuencias penales", señala.

Desde su experiencia, la principal recomendación que lanza a los adolescentes que sufran acoso o que conozcan a alguna víctima es que mantengan la calma. "Aunque a veces no vean luz al final del túnel, es importante que lo hablen con alguien de confianza, un profesor, un amigo, sus padres... No se debe caer nunca en una coacción aunque les hayan mandado, por ejemplo, una foto comprometida. Hay que ponerle freno y venir a denunciar a cualquier puesto porque hay gente especializada. Muchas veces piensan que son a los únicos que les ha pasado y que nadie les va a entender, pero tratamos con temas así casi a diario", recalca Alejandro Bernués. Y a los acosadores, también les avisa:"Todos tenemos unida a nuestra reputación social, la digital y todo lo que hagan va a tener su repercusión y lo va a ver mucha más gente de la que ellos desearían".

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