Crear una cinta transportadora: un reto real para el trabajo en el aula

En los talleres del CPIFP Pirámide se busca una metodología lo más similar posible al trabajo en empresas.

Un grupo de alumnos de los talleres del CPIFP Pirámide.
Un grupo de alumnos de los talleres del CPIFP Pirámide.
Rosa Calvo

Las horas de espesa teoría, apuntes y explicaciones del profesión de nada sirven si en el momento de pasar al taller cuesta aplicar las fórmulas. Esa es la mentalidad que siguen en el CPIFP Pirámide, en Huesca, el que desde hace tres años plantean diferentes retos a sus alumnos, con el fin de que estos busquen soluciones por su propia iniciativa, como forma de prepararlos ante las situaciones que se encontraran en el momento de acceder al mercado laboral. Elaborar una cinta transportadora o llevar a cabo el análisis de la potabilidad del agua son algunos de los desafíos a los que tienen que hacer frente los jóvenes y en función de los que se evalúan sus aptitudes.

“Podemos hablar en aula sobre el funcionamiento de un torno, pero no es hasta que no están delante de él cuando van a saber utilizarlo. Porque además, es eso lo que se les va a exigir cuando encuentren un trabajo, que sepan manejarse”, explica Gabriel Garicano, profesor de Mantenimiento Electromecánico, que representa uno de los ejemplos más evidentes de la forma de trabajo por retos. En su taller, tres máquinas ‘pick and place’ con capacidad de diferenciar el cartón y el metal, y varias cintas transportadoras, lo demuestran.

En el caso de las primeras, son el trabajo de los alumnos del primer curso de estas enseñanzas, que muestran con orgullo el funcionamiento del mecanismo, capaz de seleccionar y mover hasta el lugar adecuado en función del material de la pieza. “Se les planteó al comienzo del curso qué tenían que llevar a cabo, con qué materiales y unas nociones básicas. A partir de allí, ellos tuvieron que recopilar más información, diseñar un proyecto y tras recibir el visto bueno de los docentes y con muchas horas de entrenamiento individual en campos como la soldadura o el cableado, llevarlo a la práctica.

“Prácticamente acabábamos de llegar cuando nos propusieron el reto, no contábamos con unos conocimientos previos, por lo que, aunque los profesores te vayan guiando, al final te tienes que buscar la vida para conseguir que funcione y eso hace que te quedes con las cosas mucho más”, explica Eduardo Martín, como alumno de primer año, en el que la mayoría de los jóvenes acaban de cumplir los 18 años. En el caso de los de segundo curso, el reto al que hicieron frente, con una dinámica similar, fue el de crear una cinta transportadora, capaz de distribuir y almacenar los productos.

Talleres en el instituto Pirámide

En ambos casos, además, los alumnos tuvieron que formar grupos y coordinarse, en otro de los aspectos claves de este tipo de trabajo y que también tiene su peso en la evaluación final, que corrió a cargo de Garicano junto a José Luis Mozas, el otro profesor de los institutos. Ambos coinciden en alabar este método de trabajo, que permite a sus pupilos implicarse mucho más con la asignatura y que además establece un puente mucho más sólido con el mundo laboral.

De hecho, en estas enseñanzas casi hay pleno de trabajo para todos los alumnos que las finalizan. Los de segundo curso comienzan en los próximos días sus prácticas en empresas, en su mayoría industrias de diferentes ámbitos, como el sector agroalimentario, los plásticos… “Muchas veces los chicos no son conscientes de que existe esta posible salida laboral, con mucha demanda”, comentan los docentes. Lo corroboran varios alumnos que habían conocido la posibilidad de estudiar Mantenimiento Electrómecanico a través de las visitas que se realizan al centro desde los institutos, o que habían entrado al quedar fuera de una primera opción en su matrícula.

No obstante, en todo el centro, en el que se imparten tres grados medios y siete grados superiores, cada vez reciben más ofertas de trabajo en busca de mano de obra en sus aulas. Y en todos los casos, se intenta que los alumnos estén lo más preparados para el salto y sean capaces de enfrentarse a los retos que plantee su puesto desde el primer minuto. Así, en los laboratorios de los estudiantes de Química se analiza el terreno de una finca de Apiés, o en las clases de Formación y Orientación Laboral se conocen todos los pasos a seguir para establecer una empresa propia.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión