Siete de los acusados de una red de narcotráfico confiesan y delatan al octavo procesado

La Fiscalía de Huesca ha llegado a un principio de acuerdo con todos los miembros de la red salvo con uno, que niega su participación

Los ocho acusados, compartiendo banquillo en la Audiencia de Huesca
Los ocho acusados, compartiendo banquillo en la Audiencia de Huesca
Pablo Segura

Siete acusados de integrar una presunta red de tráfico de cannabis y cocaína han confesado este lunes su implicación para intentar rebajar sus condenas y, además, han delatado al octavo procesado, que había negado previamente su participación.

Antes del inicio del juicio en la Audiencia de Huesca, la Fiscalía y los abogados defensores de siete de los acusados han llegado a un principio de acuerdo para rebajar las penas solicitadas inicialmente por delitos contra la salud pública e integración de grupo criminal (71 años de cárcel y multas de 8,3 millones de euros) a cambio de reconocer los hechos.

Y así lo han hecho nada más comenzar la sesión, confesando que efectivamente se dedicaban de forma estable a la venta ilegal de resina de cannabis y cocaína a terceras personas cuando fueron detenidos por la Policía Nacional en la operación Fragua en 2016.

"No puedo llegar a un acuerdo sobre algo que no he hecho"

Sin embargo, uno de ellos, Mohamed K. E., de 43 años y de nacionalidad española pero natural de Marruecos, ha asegurado que no podía llegar a un acuerdo «sobre algo que no he hecho» y que no conocía a ninguno de los demás acusados. La Fiscalía considera que él fue quien le entregó el 22 de octubre de 2016 en Lérida a uno de los procesados más de 60 kilos de resina de cannabis. Él ha replicado que ese día estaba en la capital leridana solo para visitar a una amiga de su mujer. Además, ha negado ser una de las personas pilladas en las escuchas policiales concertando una supuesta cita para intercambiar droga.

Sin embargo, dos de los procesados que declararon después, ambos hermanos, han coincidido en señalar a Mohamed K. E. como la persona que habitualmente les suministraba resina de cannabis para revenderla luego. Y uno de ellos ha asegurado que aquel 22 de octubre le entregó 30 kilos de esa sustancia estupefaciente. Este mismo ha tratado de exculpar a su mujer, también acusada, afirmando que se encargaba de administrar el dinero que obtenían pero que no tenía contacto con los proveedores ni con los clientes.

Del resto de acusados, dos de ellos han  admitido que viajaron a Cádiz para traer un cargamento con cerca de 90 kilos de resina de cannabis que fue interceptado en Lérida; y otros dos han reconocido que parte de los 900 gramos de esa misma sustancia intervenidos eran para revenderlos ellos.

Las confesiones podrían conllevar una sustancial rebaja de las penas, como ha explicado José Cabrejas, abogado de uno de los acusados, que en el caso de su cliente pasaría de 11 a 3 años y medio de cárcel.

El juicio se reanudará el miércoles con la declaración de los agentes de la Policía Nacionalque investigaron el caso. El jueves será el turno de los peritos y el viernes, las conclusiones en las que la Fiscalía deberá confirmar las nuevas peticiones para los acusados.

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