"Nos ha permitido hacer un proyecto más especial"

La pareja de hosteleros formada por el chef Javier Matinero y la experta en vinos Natalia Gracia han visto cumplido su sueño gracias a las ayudas que les concedió hace un año el Centro de Desarrollo Rural del Somontano y que les ha permitido renovar y ampliar su bar restaurante Trasiego, en Barbastro.

Ambos regentaban un local en el centro que al cabo de sus tres años de vida se quedó pequeño. Decidieron dar el paso y trasladarse a un local mayor, en un enclave privilegiado como es la planta baja de la sede del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Somontano. La apertura del local, el pasado 25 de julio, fue todo un acontecimiento social.

Cuenta con un comedor para 50 comensales, y una bar restaurante para otros tantos. En temporada baja trabajan diez empleados, y dos o tres más en época de mayor actividad. La apertura del nuevo local ha supuesto aumentar cuatro empleos, así como modernizar todo el equipo de cocina.

El Ceder Somontano confió en el proyecto aportando 85.459,99 euros, lo que supone el 24% de su inversión total. Asimismo también ha ayudado a financiar un ascensor exterior en la sede del complejo vitivinícola.

"Dentro de lo complicado que es hoy emprender y abrir un negocio, una ayuda de esta cuantía es recibida con los brazos abiertos, además de que hemos recibido buenos consejos. Nosotros teníamos decidida la inversión, pero gracias a estas ayudas hemos sido más generosos con nuestro proyecto y hemos intentado hacerlo mejor. Teníamos claro que queríamos venir aquí y había que hacer un esfuerzo importante. Gracias a estas ayudas hemos podido hacer un proyecto especial", explica Natalia Gracia.

Su marido, Javier, considera que el apoyo del Ceder "ha sido fundamental para meternos en un proyecto como este para una empresa pequeña formada por mi mujer y yo. De no haber recibido esta ayuda tan importante hubiéramos acometido un proyecto más modesto".