Un estudio propone invertir 90 millones para mejorar el tramo más peligroso de la N-230

Los alcaldes oscenses apoyan la idea lanzada por el Valle de Arán (Lérida) con terceros carriles, puentes y rotondas. La carretera suma este año 5 muertos ya frente a los 9 del período 2012-2016.

Vuelco de un camión de mercancías peligrosas en Sopeira.
Un estudio propone invertir 90 millones para mejorar el tramo más peligroso de la N-230
SEIPC Ribagorza

La N-230, que une Lérida con el Valle de Arán por la Ribagorza Oriental, sigue engrosando sus cifras de siniestralidad con un repunte de muertos en lo que va de año (5 frente a los 9 contabilizadas entre 2012 y 2016). Y a la espera de que Fomento acelere las obras de la futura autovía A-14 hasta Sopeira, desde el Consejo General del Valle de Arán han lanzando una propuesta al Ministerio para que invierta 90 millones de euros –la mayoría en tramos de la provincia de Huesca– que podrían solucionar los puntos más conflictivos entre Arén y la boca sur del túnel de Viella.

El estudio realizado en base a los datos de accidentalidad registrados entre enero de 2011 y septiembre de 2017 revela que el 48% del tramo que se quiere mejorar (31 de los 65 kilómetros) ha sufrido siniestros en este período. Las dos tipologías más frecuentes son camiones que vuelcan en una curva y y choques frontales entre vehículos ligeros. Los primeros se atribuyen a un exceso de velocidad y los segundos, a adelantamientos "a la desesperada" sin suficiente visibilidad.

Los técnicos consideran que la solución inmediata para reducir estos accidentes sería "contradictoria en sí misma" ya que si se redujera la velocidad de los camiones "aumentaría la desesperación y los adelantamientos de riesgo".

Por ello, el estudio plantea otras alternativas con un coste económico "limitado", de ejecución "rápida" y que mejorarían notablemente la seguridad: construir ocho tramos con carriles adicionales de un kilómetro de longitud como mínimo para facilitar adelantamientos seguros y que podrían ser reversibles en períodos de mucho tráfico; dos viaductos en la zona del embalse de Escales para salvar curvas de poco radio donde haya riesgos de que los camiones vuelquen por ir a una velocidad excesiva; y cinco rotondas en los cruces más peligrosos como el de la N-260.

Un 25% de una reforma integral

La propuesta cuenta con el respaldo de la Ribagorza Oriental. Miguel Gracia, alcalde de Arén y presidente de la Diputación Provincial, incide en el mal estado de la N-230 en ese tramo "porque no tiene arcén, los cantos cada vez son más altos por los sucesivos asfaltados y con cualquier despiste o solo porque dos camiones se cruzan y se arriman demasiado, ya llegan los accidentes y los cortes de carretera". Además, valora el posible plazo de ejecución y el coste económico de estas actuaciones "porque serían la cuarta parte de lo que valdría una reforma integral de toda la carretera". Por ello, es partidario de volver a convocar una cumbre como la que se celebró hace casi un año con representantes políticos de Huesca y Lérida para hacer un frente común de cara a Fomento.

También Marcelino Iglesias, alcalde de Bonansa, ve con buenos ojos la propuesta "porque salvo pequeños matices, como algún cruce, estamos de acuerdo ya que es una actuación no demasiado costosa de dinero ni tiempo y sí muy necesaria". Además, destaca el peso que ha ganado en los últimos años la N-230 como paso transfronterizo de mercancías ya que la autopista francesa está más cerca que en Somport "con lo cual es más corto y más cómodo para los camiones".

Otro municipio afectado es Montanuy. Su alcaldesa, Esther Cereza, reconoce que incluirían algunas mejoras como pasos elevados para el ganado, pero resalta que lo importante es defender conjuntamente la propuesta del valle de Arán "porque con una inversión que no le supondría demasiado al Ministerio, se mejoraría mucho la seguridad". Como usuaria de la vía, asegura que los terceros carriles sería una medida muy beneficiosa "porque ya no tendríamos que hacer adelantamientos arriesgados en rectas cortas donde todo el mundo queremos pasar después de ir detrás de un camión media hora".

"Fomento no está por la labor"

Por su parte, José María Ariño, alcalde de Sopeira, coincide en reclamar mejoras "porque es una carretera que no está preparada para la gran capacidad de camiones que soporta". Pero se muestra pesimista porque "Fomento no está por la labor de invertir en la N-230", se teme. Y eso que el paso de mercancías peligrosas provoca sustos cada dos por tres, como el reciente vuelco de un camión de transporte de metano. "Por suerte iba vacío, pero a pocos metros había una torre de alta tensión y podría haber ocurrido algo muy grave", asegura.

Lourdes Pena, presidenta de la comarca de la Ribagorza, apoya las reivindicaciones de los alcaldes y considera "urgente" intervenir. Y aunque deja claro que lo más "lamentable" son las víctimas mortales, confiesa estar muy preocupada por el paso cada vez más elevado de mercancías peligrosas cerca de las poblaciones.

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