Villanúa afronta la "invasión extrema" de procesionaria

El Ayuntamiento de Villanúa va a llevar a cabo a partir del 18 de diciembre dos actuaciones de seguridad ambiental. Por un lado se va a crear un anillo entre el núcleo urbano y las áreas boscosas más próximas a las zonas habitadas para evitar situaciones de riesgo ante posibles incendios, y además se va a intervenir para frenar la plaga de procesionaria. El consistorio estima que el número de nidos se ha quintuplicado respecto al año pasado, por lo que ya se ha convertido en un tema de salud pública.

Ambas acciones "urgentes" se van a poder ejecutar gracias a que la gestión realizada por el equipo de gobierno, que ha llevado al ayuntamiento a generar un superávit presupuestario en 2016 que le ha permitido cancelar la totalidad de las operaciones de préstamo que tenía vigentes, dejando la deuda municipal a cero.

Esta buena salud económica permite al Ayuntamiento, atendiendo las exigencias de la Ley de Sostenibilidad Presupuestaria, realizar deteminadas inversiones por valor de 56.900 euros, que serán reinvertidos en actuaciones de seguridad ambiental en el municipio. El alcalde de Villanúa, Luis Terrén, explica que estos trabajos ya estaban previstos, "pero aprovechando ese superávit, lo podemos hacer de manera más urgente este año".

La actuación se desarrollará entre los meses de diciembre y enero y, en esta primera fase, afectará a las urbanizaciones Santiago y Pico de la Selva, donde se va a limpiar una franja de 50 metros alrededor. En el primero de los casos, se va a desbrozar de matorral y a sanear la masa de árboles para que en caso de incendio se pueda controlar de forma más sencilla. Mientras, en la segunda, el objetivo es que si  se genera un incendio en la montaña no alcance a las viviendas o al revés, es decir, evitar que un fuego provocado por la chimenea de una casa se propague al bosque.

Una vez realizado este anillo, comenzará la fumigación de la procesionaria, "porque hay una invasión extrema", asegura Terrén. Se proyectará insecticida  con unos cañones. Se hará un tratamiento ahora y otro en verano "para intentar paliar la plaga".

La procesionaria preocupa seriamente al Ayuntamiento. "En la actualidad se ha convertido en un problema de salud pública, y así se lo hemos hecho saber al departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad. Y vamos a acometer nosotros esta actuación para frenar el avance, especialmente en zonas urbanas que lindan con el monte", subraya Terrén.

El alcalde valora positivamente la actual situación económica de la localidad, pero lamenta las limitaciones que supone cumplir la "exigente" Ley de Sostenibilidad Presupuestaria. "El superávit generado por los ayuntamientos debe destinarse, primero, a saldar las deudas; y si hay remanente sobrante, se puede emplear en inversiones municipales, pero deben cumplir ciertos requisitos. No poder aprovechar la totalidad del superávit limita mucho la capacidad de desarrollo".