La DPH termina de reparar la cubierta de la Cartuja y protege las pinturas de Bayeu

La institución ha invertido ya 1,3 millones de euros, la mayoría en rehabilitaciones.

El presidente de la DPH, Miguel Gracia, ayer junto a responsables técnicos del proyecto.
El presidente de la DPH, Miguel Gracia, ayer junto a responsables técnicos del proyecto.
Patricia Puértolas

La Cartuja de Nuestra Señora de Las Fuentes, situada dentro del término municipal de Sariñena, ha experimentado una gran transformación en los dos últimos años, gracias al esfuerzo de la Diputación Provincial de Huesca, que adquirió el monumento el verano del 2015. Desde entonces, incluyendo el precio de compra, la institución ha invertido 1,3 millones de euros, la mayoría en la rehabilitación de sus cubiertas, que ya está completada, tras la culminación de la tercera y última fase.

El presidente de la DPH, Miguel Gracia, acudió ayer a la recepción de las obras recién terminadas, que, junto a los dos primeras fases, tienen "un gran valor", dijo, ya que permiten consolidar los elementos más deteriorados y además, garantizar la conservación de las pinturas de fray Manuel Bayeu, cuñado de Goya, que decoró 2.000 metros cuadrados de las paredes y techos del conjunto monacal.

En total, esta tercera fase ha supuesto una inversión de 250.000 euros y ha afectado al atrio, galería noreste, sacristía y archivo, cobertizo y claustro. También se ha actuado en los vanos de iluminación y se han limpiado las zonas afectadas por hundimientos. Según detalló el arquitecto responsable, Daniel Zabala, ha sido un trabajo "muy complicado, ya que las cubiertas estaban muy deterioradas y en algunos casos, eran prácticamente inexistentes", lo que ponía en riesgo la conservación del conjunto pictórico.

En la primera fase, el presupuesto fue de 600.000 euros y permitió frenar los daños más graves, desde las filtraciones de agua hasta la consolidación de las cubiertas de la iglesia y las capillas laterales, incluyendo además otras actuaciones como la mejora de los accesos, la limpieza exterior o la conexión eléctrica. En la segunda, de 238.000 euros, fueron rehabilitadas las cubiertas de los claustrillos, la sala capitular y el priorato. En total, las tres intervenciones han permitido actuar en casi 3.000 metros cuadrados, "es decir, sobre la totalidad del edificio de carácter religioso", indicó Zabala. A ello se unen otras actuaciones de emergencia como la recuperación del chapitel de la torre campanario.

En 2018, una nueva recepción

De cara al próximo año, la restauración del conjunto monacal, declarado Bien de Interés Cultural, continuará con la adecuación de la portería y la creación de un espacio de recepción de visitantes, indicó Gracia. "Aún sin ser nuestra competencia, acudimos al auxilio del enclave y desde entonces, hemos trabajado conscientes de su gran valor para el territorio, ya que se trata de un importante elemento cultural, social y económico", añadió el presidente de la Diputación Y, de momento, ya lo está demostrado. De hecho, ha logrado atraer a más de 6.000 visitantes en un año y además, ha sido escenario cinematográfico, plató de rodaje de documentales así como objeto central de diversos reportajes.

Al acto de recepción de la tercera y última fase de rehabilitación de las cubiertas, también acudieron otros responsables técnicos así como cargos políticos de la zona y varios vecinos, que mostraron su "admiración" ante la mejora conseguida. "Todos estamos muy satisfechos con las obras realizadas, ya que sentimos un gran apego hacia el monumento", señaló el alcalde de Lanaja, Gerardo Castillo. A su lado, el alcalde de Sariñena, Francisco Villellas, insistió en la importancia de la restauración de este enclave, que "va camino de recuperar su esplendor y ser un gran foco de atracción turística".

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